Identidad Humana: hombres animales -Teriantropía
Enviado por Andrea Gómez • 7 de Marzo de 2019 • Apuntes • 3.194 Palabras (13 Páginas) • 67 Visitas
Identidad Humana: hombres animales -Teriantropía.
Andrea Emilia Gómez Gavilanes
00138526
CID 0200 Seminario Socrático Ser y Cosmos
Germán Maldonado Cisneros
Universidad San Francisco de Quito
26 de enero de 2017
Un humano sin identidad, no es más que un ser lleno de instintos y sin conciencia sobre lo que realmente es. Todo ser humano necesita para vivir saber: quién es y cuál es su misión, propósito o destino. Además, necesita una identidad para saber cómo hacerlo, esto quiere decir que la identidad es necesaria para que un individuo sea humano. Para tener identidad humana es necesario que se destruya la comunidad, pues la comunidad es un circulo cálido de protección en el que debemos hacer lo que los miembros de la comunidad digan para pertenecer a ella, pero nadie quiere ser igual que todos los demás, destruyendo la comunidad lograremos tener identidad. La felicidad en cambio nos da un “indicio” de nuestra identidad, más que eso nos da una “señal” de nuestro propósito como seres humanos. Pues al tener una función específica, no solo tenemos que hacer esa función para ser humanos, sino que, al hacerla bien, seremos buenos humanos. Otra característica importante sobre la identidad humana es que la razón es mucho más importante que los instintos o está por encima de estos. Pues los seres humanos somos seres racionales, si bien es cierto formamos parte del mundo animal pero la razón es lo que nos diferencia o nos hace “humanos”. Finalmente, las ideas sobre la libertad varían de persona en persona, se puede decir que cada quien tiene el poder de crear su propia cárcel, esto termina por convertirnos en sujetos en lugar de individuos.
Identidad, es lo que nos hace únicos, diferentes y al mismo tiempo similares. Todo ser humano es único en medio de individuos semejantes mas no idénticos entre sí, se puede decir que la identidad es algo propio que nos pertenece a todos. Para responder la pregunta: ¿Se puede ser humano sin identidad? Necesitamos primero darnos cuenta qué características se necesitan para ser un humano, valga la redundancia. Primero se necesita un equilibrio entre los dos mundos que nos rodean, cosmos y caos, pues sin ellos no tendríamos vida. Debes sentir ambos, es decir, tener altos y bajos, para estar vivo. La teriantropía, conocida también como “terimorfismo”, se deriva del griego “therion” que significa “animal” o “bestia” y de “anthropos”, que significa “hombre.” Se refiere a la capacidad que tiene una persona para convertirse en cualquier animal o facultad que tiene un ser para mostrar características o comportamientos humanas y animales al mismo tiempo (Neverland, 2014). Podemos relacionar esto a cómo es que los seres humanos nos comportamos, tendemos a estar en el medio de estos dos “mundos”, pero lo que nos difiere es que tenemos la capacidad de razonar o pensar las consecuencias de nuestros actos. Se puede decir que estos altos y bajos (cosmos y caos) están relacionados con el comportamiento racional(mente) y animal(instintos) que todos los hombres poseen.
Según Zygmunt Bauman, la identidad y comunidad es lo que necesitamos para “ser”, pues para lograr sobrevivir necesitas de la comunidad, pero nadie puede vivir siendo igual que todos los que están en ella. La comunidad es todo el entendimiento del tipo “natural”, es decir el que es compartido, aquel que necesitas para sobrevivir y ser fiel a su naturaleza (Bauman, p. 6). Una comunidad en la que debes ser inocente para lograr subsistir, un mal necesario. Si bien es cierto brinda calor, acogida y seguridad, pero en el cual debes hacer lo mismo que el grupo para ser aceptado, es decir debes agradarle a la comunidad para llegar a ser parte de ella. Pues así los demás no se van a sentir mal por cualquier cosa que tu hagas, en otras palabras, hacen que nos acostumbremos o “domestiquemos” para ser todos iguales (Bauman, p. 4).
La comunidad es un círculo cálido en el que estamos llenos de inocencia y no cuestionamos nada de lo que hacemos. Sería una tontería salir de esta seguridad y protección, pero nadie se resigna a ser igual que el resto…El problema principal de este “circulo cálido” es que no hay espacio para el frío calculo y el aprendizaje de prioridades que se presentan como razón, además se sustrae la percepción, pues al tener este entendimiento compartido tan “natural”, solo seguimos lo que hacen los demás dentro del círculo (Bauman, pp. 4-5).
En cambio, en la identidad tenemos libertad, “perdiendo” la inocencia, salimos de esta gracias al conocimiento. El problema es que al salir de esta “inocencia” no hay como regresar a ella. Cuando ya tienes el conocimiento de algo, dejas de ser inocente y como consecuencia sales de la comunidad para volverte individuo. Intentamos no ser como los demás, tener algo que es propio o característico de nuestra persona, algo que nadie más puede tener o ser, aquí es donde se pierde la comunidad, pues no te vuelves libre, sin primero matarla. De hecho, Bauman cita a Jack Young quien dice que: “La identidad se inventa cuando colapsa la comunidad” (Bauman, p. 9).
Entonces, para que exista la identidad necesitamos un “equilibrio” entre la seguridad que nos brinda la comunidad y la libertad que nos da la individualidad, pero este no existe. Ambos conceptos son necesarios para que un ser humano “exista” o tenga identidad, pero son contraproducentes, es decir, si el uno está, el otro desaparece. Mientras más seguro estas, menos libertad tienes y mientras más libre te sientas, más se elimina la seguridad. “La seguridad sin libertad es esclavitud y la libertad sin seguridad equivale a estar abandonado y perdido” (Bauman, pp. 13-14).
El esencialismo busca la esencia “divina”–impulso vital– de todo lo existente, se asume que hay un “algo” que nos hace humanos, esa esencia o semilla que, dependiendo de donde se siembre tendrá ciertas facultades, características y habilidades, que posteriormente se convertirán en una existencia. Es decir, una “característica” que se desarrolla por el medio en el que está. Lo que cambia es la existencia, más la esencia permanece igual, en otras palabras, ve las cosas como son en el fondo, no por lo que aparentan ser (Bermúdez, 2014).
En cambio, el existencialismo es materialista y tiene un carácter más “individual” –no cree en una inteligencia o poder “supremo” o divino–, nos dice que estamos primero condenados a ser libres, pues nuestro cerebro está programado para ser libre, siempre tenemos una opción, es más, somos responsables de las acciones que tomemos. Además, no es que somos “algo”, somos hechos que forman un algo, se puede decir que nacemos como proyectos y este proyecto se ejecuta con las acciones que tomes, dicho de otra forma, eres producto de tus decisiones. Uno se transforma de acuerdo a las circunstancias del entorno, nos “readaptamos” a lo que nos rodea (Bermúdez, 2014). Como consecuencia de esto lo que tú crees que puedes “ser”, puede cambiar en una sola decisión – si hacemos algo estúpido podemos terminar siendo estúpidos – y nuestra esencia cambiará.
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