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: Influencia Del Pensamiento Filosófico Romano En La Cultura Occidental


Enviado por   •  12 de Febrero de 2015  •  1.844 Palabras (8 Páginas)  •  743 Visitas

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INFLUENCIA DEL PENSAMIENTO FILOSOFICO ROMANO EN LA CULTURA OCCIDENTAL

RAÍCES DE ROMA

En primera instancia hay que recordar que Roma no aportó un sistema de filosofía original, lo cual no obsta para que en el mundo romano se produjera una reflexión filosófica. Ésta, fue llevada a cabo una vez que se introdujeron en Roma las doctrinas filosóficas griegas. Roma absorbió una gran parte de la cultura que se había desarrollado en la vieja Grecia, porque como pueblo joven que era aún no había tenido ocasión de elaborar una propia.

Pero, como es frecuente que suceda cuando un producto cultural es asimilado por una cultura distinta, la filosofía griega sufre una transformación al ser adaptada por Roma. Dicha transformación es singularmente manifiesta en lo que se refiere a la reflexión filosófica sobre el Derecho.

Los romanos, no tenían una tradición filosófica, sin embargo el Derecho había despertado en ellos un enorme interés, hasta el punto de llegar a tratarlo, por primera vez en la historia, con una metodología propia. Los romanos pueden muy bien ser considerados como los creadores de la ciencia jurídica.

Otro de los motivos por los cuales la filosofía jurídica griega sufre una distorsión al ser utilizada por los juristas romanos es, el hecho de que griegos y romanos hablaran lenguas diferentes. Los griegos ni siquiera contaban en su vocabulario con una palabra cuyo significado coincidiese con lo que para los romanos entrañaba el término ius.

En Grecia se especulaba sobre la ley o la justicia, pero no sobre el Derecho. De modo que, si bien Roma no fue original en lo que respecta al pensamiento filosófico sobre el Derecho, sí fue decisiva para su desarrollo ulterior.

LA VISIÓN CULTURAL.

La perpetuidad y propagación de los valores del Imperio a través de un idioma común: el latín.

El Imperio de Roma desarrolló un sistema de comunicación, no solo de caminos y vías de transporte, sino también un medio de comunicación efectivo para la difusión de sus valores, cultura y legislación, el leguaje. El idioma latín llegó a convertirse en el idioma común de pueblos tan diferentes y distantes, desde la Península Ibérica hasta las costas del Mar Negro; desde Portugal, pasando por Francia e Italia hasta Rumanía. Dicha lengua sirvió como instrumento para el desarrollo cultural de dichos pueblos, pues su cultura se difundía fácilmente entre los intelectuales, legisladores y gobernantes, como también entre los gobernados. Gracias al idioma latín los conocimientos filosóficos, como también los jurídicos, llegaron a ejercer una influencia determinante en todos los idiomas de los pueblos conquistados, llegando así a convertirse en la lengua oficial del Imperio y de la religión del Imperio. Recordemos que la misma Escritura testifica que sobre la cruz en la cual fue crucificado Jesús fue escrito sobre una tabla la siguiente frase en Latín: “Este es el Rey de los judíos” (Luc. 23:38).

El Imperio buscó su perpetuidad y propagación en Europa a través de un idioma común, utilizándolo no solo como un lenguaje oficial, sino también místico para la universalidad de su religión. Ya desaparecido el Imperio Romano, la practica continuo en la conquista del continente Americano a través del Imperio de la Iglesia Católica Romana.

VISIÓN RELIGIOSA.

La perpetuidad y universalidad del Imperio por medio de una religión: la Iglesia Católica Romana.

La religión para los romanos era algo muy importante, algo mágico, místico y lleno de amuletos. Sus dioses no les demandaban nada a cambio por servir a sus deseos y ruegos, de hecho sus dioses eran conforme a la imagen de sus adoradores, seres poderosos pero con debilidades humanas, participantes y cómplices de sus pasiones carnales, promotores de sus inmoralidades. El cristianismo se convirtió rápidamente en un enemigo ético poderoso, en una conciencia social y no solo espiritual. El avance inevitable del cristianismo doblegó o persuadió al Emperador, Constantino I El Grande, a utilizar la religión a favor sus ambiciosos proyectos imperiales. Pensó y aplicó una de sus estrategias filosóficas y bélicas más poderosas para la pacificación y dominación de los pueblos conquistados, buscando la perpetuidad del Imperio a través de la universalidad de la religión. Es así como se convirtió, por compromiso o conveniencia, al cristianismo, oficializándolo como la religión del Imperio con el Edicto de Milán en el 313 y dando a luz más tarde ala Iglesia Católica Romana, legitimándola a través del Primer Concilio de la Iglesia, el Concilio de Nicea en el 325. El Imperio Romano heredo así al mundo occidental, no una fe sino un sistema de fe, prolongando así su existencia hasta nuestro días a través de su hija en la fe y fiel heredera, la Iglesia Católica Romana. Pero la visión del Imperio ha sido retomada actualmente por los políticos, proponiendo unos una alianza de civilizaciones que rompa las barreras de la religión, y otros, con un gran movimiento “verde” que incluye a políticos, religiosos y hombres de negocios de todo el mundo, proponiendo una religión secular global: la protección de la Tierra y la conservación de la naturaleza y el medio ambiente.

VISIÓN POLÍTICA

La perpetuidad y expansión del Imperio por medio de un bloque de naciones: Unión Europea.

El Imperio Romano ha mantenido vivo su sueño político a través de los siglos, renaciendo una y otra vez dicho sueño imperialista en hombres como Napoleón Bonaparte I o Adolfo Hitler. El sueño de Napoleón Bonaparte I y más tarde también, el del Ministro francés de asuntos extranjeros, Robert Schuman, quién terminada la Segunda Guerra Mundial lanzó un llamado a la integración de Europa el 9 de mayo de 1950; finalmente vieron su concretización a través de la creación de la Unión Europea, con el Tratado de Maastricht

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