Juguetes y realidades

JUGUETES Y REALIDADES.

Ser creadores de mundos que se adapten a sueños y deseos, ser protagonistas de historias que se salgan de la realidad, es una actividad que no desagrada al ser humano, por eso los libros, las películas los videojuegos y hasta los sueños brindan ese pequeño escape, por eso se ama la noche, el tiempo libre y los televisores. Además de estos, los juguetes, caídos en el olvido cuando se crece e incomprensibles para quien no crea magia con ellos, son los que aportan a la infancia  esa fusión de magia y realidad, que le da a los niños la oportunidad de ser un jinete doctor, a un astronauta, una profesor etc. Y permiten crear una realidad a partir de nada  y que tenga todo lo que se quiere.

Es así como los juguetes tienen el fin de entretener a quien los usa, y actualmente son los niños sus mayores usuarios. La mayoría de personas tuvo un juguete en su infancia, sin importar la calidad o precio, este fue cómplice de aventuras y en un mundo como el de hoy debe seguir cumpliendo este papel en la infancia de los niños “divertir” y nada más.

En una sociedad como la de hoy hasta el juego de los niños se ve influenciada con  la situación seria del mundo. Por un lado los prototipos y las convicciones de la sociedad están atentos a juzgar inclusive la imaginación de un pequeño, de esta forma, si una niña le gustan los carros y encuentra gusto en ello, algo está mal, si un niño le  gusta cocinar y jugar a eso, también está mal, los juguetes se han convertido entonces en un medio para juzgarlos desde temprana edad.

Por otro lado el mercado, degrada la imagen de los juguetes, anunciando por televisión el último y más novedoso pero bélicos y muy caros artefactos, que les dan a los infantes un tipo de diversión alejada y estereotipada  de lo que debe ser diversión a su edad.

De esta forma los juguetes están pasando a tener efectos serios en la mentalidad de un niño que cree divertirse solo con lo que está de moda, y en la de los padres que creen poder juzgar los gustos de sus hijos, Así el juguete muestra una realidad que no se relaciona con su fin de permitir soñar en la realidad y dar esa capacidad creadora.

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