L'église D'Auvers-sur-oise
Enviado por DivingStella • 16 de Diciembre de 2014 • 1.620 Palabras (7 Páginas) • 164 Visitas
Vincent VAN GOGH
(Zundert, Países Bajos, 30 de marzo de 1853 - Auvers-sur-Oise, Francia, 29 de julio de 1890)
La Iglesia de Auvers-sur-Oise (L'Église d'Auvers-sur-Oise), 1890.
Óleo sobre lienzo, 94 cm x 74 cm.
Museo de Orsay (París, Francia)
Procedencia:
Colección del Doctor Paul Gachet, en Auvers-sur-Oise.
Hasta 1951 en la colección Paul Gachet (hijos)
En 1951 atribuida al Museo del Louvre en París.
De 1951 a 1986 en la galería de Jeu de Paume, Museo del Louvre, Paris.
En 1986 asignada al Museo de Orsay en París, Francia.
1. Presentación y ubicación de la obra.
La Iglesia de Auvers-sur-Oise es una obra muy característica del autor, realizada durante su estancia en el pueblo de Auvers-sur-Oise, donde pasó sus últimos meses de vida. El contraste de las líneas oscuras sobre ese fondo tan intensamente azul da la sensación de oscuridad, algo que carateriza al cuadro, dándole a la pequeña iglesia gótica una sorprendente sensación fantasmagórica producida por el efecto lumínico que supo darle el autor impresionista. Además, la figura de la mujer que camina por una de las bifurcaciones del sendero del cuadro proporciona mayor vitalidad y realismo a la escena. En esta obra se nos representa un motivo de paisaje rural, incluso se podría decir que de vista arquitectónica debido al protagonismo de esta iglesia gótica. Lo que más podría destacar de esta obra son sus colores tan fuertes, así como las líneas tan marcadas, notándose una gran influencia del cloisonismo. En esta obra, se aprecia claramente cómo el autor quiso dar importancia a esta iglesia, a este paisaje del que tanto habló durante su estancia en el pueblo francés. Los colores y los contrastes de las pinceladas que aportan dinamismo y sensación de movimiento hacen que el cuadro te atrape como si realmente estuvieras enfrente de esta iglesia. Es una obra de estilo postimpresionista influenciada por los numerosos autores de esta época acérrimos a esta tendencia, y una de las últimas que pintó Van Gogh, junto con un centenar más surgidas del asombro que le provocó su estancia en el pueblo francés.
2. Análisis formal.
Lo primero que nos impacta cuando echamos un vistazo al cuadro es la iglesia. La iglesia gótica de aspecto frío y misterioso, que representa el centro de todo el cuadro. Cuando nos fijamos más detenidamente en este, observamos más elementos del cuadro, incluyendo una bifurcación de senderos, una joven que pasea por uno de ellos, así como prados y campos de flores pintadas como si fueran puntos en la hierba. Si nos fijamos en cómo está realizado el dibujo nos damos cuenta de que no son exactamente trazos continuos como podría serlo tratándose de un dibujo de un paisaje. En lugar de realizar trazos continuos para componer los motivos de la iglesia o las vidrieras, utiliza curvas que se ligan y se yuxtaponen en diferentes tramos de longitud, anchura y espesor desiguales, y que además siguen orientaciones diferentes. Esto nos da la sensación de ruptura o de intervención de algo más que no se trata solo de elementos físicos rectos e iguales. Sí es cierto que los colores que utilizó Van Gogh en esta obra respetan totalmente la realidad, pero si fueran totalmente precisos, los tonos que utiliza darían más sensación de naturalidad. Los tonos que utilizó son robustos y hacen que atrapen al propio objeto, en vez de al contrario como es normal. No se distingue rigidez en la piedra ni flexibilidad en la hierba del prado, ni mucho menos que decir que el cielo no nos proporciona esa sensación de transparencia o levedad. Todas estas tonalidades añadidas también a la luz que parece incapaz de producir sombras por la propia oscuridad del paisaje en sí, nos da una sensación de opresión procedente del cuadro. También podríamos considerar cómo los colores hacen que el cuadro deje de ser algo inerte y nos dé la sensación de algo vivo, algo que quiere transmitir, con un alma y con un peso que se refleja en esa oscuridad y en esos tonos tan desnaturalizados. La iluminación de la escena aumenta la sensación de crudeza del cuadro. Nos engaña la sombra que vemos al pie de la iglesia, haciéndonos pensar que la luz viene de arriba a la derecha, pero cuando observamos el cielo lo vemos herméticamente cerrado, igual de azul en un lado que en el otro. No hay ninguna sombra que nos sirva de referencia sobre el edificio, la luz que ilumina no viene de ningún sitio natural, se podría denominar fantástica. Esta iluminación le da a la iglesia todavía más sensación de frialdad y soledad. Las pinceladas son curvas y dan sensación de movimiento, como si algo se hubiese apoderado de la iglesia. Esta obra fue una gran influencia para autores posteriores por su uso del cromatismo y las líneas tan gruesas y vigorosas.
3. Análisis del contenido.
La iglesia aparece en este cuadro como algo fantasmagórico y misterioso que parece querer escapar de algo, como si tuviese alma y un sufrimiento que no puede esconder.
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