LA DISCIPLINA DE LA LIBERTAD

Todo niño inicia su educación de cierta forma obligado por sus padres, ya que aunque está lleno de virtudes es apenas un neófito al cual la enseñanza no le interesa en lo más mínimo.

A la comunidad infantil lo único que les interesa a su corta edad es el juego, y es que si hemos de ser sinceros quien no veía con frustración como se alejaban las horas de diversión y poco a poco se acercaban las responsabilidades del aprendizaje.

Cuando somos pequeños, y en algunos casos hasta la fecha creemos que la escuela es una especie de tiranía y que los maestros abusan de nosotros dejándonos trabajos, tareas, cambiando nuestros hábitos de niños por costumbres de adultos.

Toda educación implica un poco de la coacción de nuestra voluntad, de disciplina y de autoridad. Y si en algún momento deseamos tener un poco más de libertad en este sentido, debemos pasar por la experiencia de ser educados.

Pero, ¿qué es la disciplina y que es la autoridad? Son palabras que rápidamente relacionamos con la brutalidad que representa para los niños y jóvenes respetar reglas.

La autoridad aunque a veces nos parezca innecesaria ciertamente es todo lo contrario ya que sin un niño crece sin ella es muy, muy probable que termine en un caos. Y aunque en ocasiones se impone ante nosotros como algo fastidioso tenemos que verla como lo que es, una forma de hacer un poco más fácil la vida, así que tenemos que tener algo de tolerancia hacia los adultos autoritarios.

Y ahora, si nos enfocamos a la disciplina de la enseñanza podemos darnos cuenta que esta no es más que el a veces difícil hecho de mantener al pequeño atento a las clases, antes esto se hacía por medio de castigos físicos pero ahora en la actualidad y con los derechos de los niños tan presentes, es completamente intolerable que un maestro maltrate a un niño, por lo que se han implementado procedimientos psicológicos que sirven a los intereses del capitalismo.

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