LA ESFINGE...DE NUEVO
Enviado por jfgf1857 • 15 de Junio de 2015 • 591 Palabras (3 Páginas) • 235 Visitas
La esfinge por fin logró escapar del Tártaro, donde muchos años antes había sido confinada por Edipo como castigo por su maldad en la ciudad de Tebas.
Ya libre y con sed de venganza buscó un nuevo sitio para cometer sus fechorías. Desde lo alto vio un golfo al occidente de Itaca; ahí había una villa que manejaba el comercio local. Bajó la esfinge y se apoderó de la entrada bloqueando el comercio y algo más...
Varios años antes, un grupo de sabios se había instalado en la villa con el propósito de revelar sus conocimientos a todo aquel que lo quisiera. Esto lo hacían en memoria de su antiguo maestro, el cual había sido sacrificado por la población local que desde entonces, arrepentida, había mostrado una cooperación y tolerancia sin límites.
La maldita esfinge se apoderó de la entrada planteando un problema nuevo a los que quisieran entrar y matando a las personas por no dar la respuesta correcta. Gran pánico causó por todo el Mediterráneo.
He aquí el problema que planteó:
“Existe un monstruo de seis cabezas, Angus, Bootes, Cropte, Dendos, Emis y Fides. Este monstruo, para poder atacar, necesita usar en conjunto más de una cabeza pero tiene un defecto, algunas de las cabezas se odian entre sí, por lo que nunca estarán juntas. Las cabezas que se odian mutuamente son: Angus y Fides, Bootes y Dendis, Cropte y Emis, de tal modo que, por ejemplo, Bootes puede atacar acompañada de Emis o de Angus, o de Fides o de Cropte, pero nunca de Dendis. Si Bootes ataca con Fides lo puede acompañar Emis pero no Cropte, ya que Emis y Cropte se odian. La misma regla aplica de igual manera para todas ellas. ¡Dime, mortal el nombre del monstruo, que tú lo conoces, o muere aquí mismo!”
Todos cuantos lo intentaron murieron en las garras de la temible esfinge.
Una madrugada de verano, un barco arribó a la costa de la Villa de Crotona, que tal era el nombre del infortunado poblado. Al patrón de la embarcación, un comerciante abusivo, se le ennegreció la mirada ante una perversa idea, era el momento de deshacerse de un esclavo molesto, un joven de gran musculatura que, aunque magnífico en el uso del remo, inquietaba a los otros esclavos con ideas que minaban el control que el patrón ejercía en ellos.
El patrón dijo al esclavo:
-“Te ordeno que vayas a la villa. Si logras penetrar serás libre, si no vas, aquí mismo ordenaré que te degüellen”
Movido más por la idea de libertad que por el miedo a la ejecución, el joven esclavo se presentó ante la puerta de la villa, conocedor de la presencia de la esfinge. La espantosa bestia le flanqueó el paso exigiéndole respuesta a su problema. El joven esclavo, sin titubear, pronunció el nombre del monstruo de las seis cabezas, momento en el cual la tierra tembló, se abrió una enorme grieta tragándose a la esfinge
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