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LA IMAGEN DE NUESTRO UNIVERSO POETICO.


Enviado por   •  5 de Septiembre de 2016  •  Síntesis  •  1.040 Palabras (5 Páginas)  •  94 Visitas

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LA IMAGEN DE NUESTRO UNIVERSO POETICO

Para cada persona es muy importante poderse conectar con uno mismo, así no sienta que es necesario, lo hace en algún momento de su vida, pudiendo así, crecer como ser espiritual y físico, cambiando poco a poco aspectos que llegaron a lastimar a personas de nuestro entorno social, o más directamente lastimándonos  a nosotros mismo, logrando así llegar a esa anhelada liberación espiritual que cada ser necesita para trascender, y el lugar, el único lugar en el cual estamos a gusto para conectarnos espiritualmente con nosotros mismos es la casa, espacio en el cual encontramos siempre un lugar que nos haga sentir cómodos, puede ser nuestra habitación, ducha, sala, estudio o cualquier lugar de la casa, que nos permita comenzar a expandir nuestro universo interior, conectándonos con imágenes del pasado, recuerdos que harán que nuestro espíritu se encuentre en paz y en libertad.

El hogar es un nombre más que le damos a la casa, siendo esta una palabra más acogedora, “el hogar” es más cálido, es nuestra familia, sin embargo, gracias a la casa formamos el hogar, cálido, fuerte y unido; la imagen que todos tenemos de nuestra casa siempre va acompañado de las personas con quienes hemos compartido este espacio, este universo propio; la casa no es más que recuerdos, imágenes que llenan nuestra memoria de hermosos sucesos que ocurrieron en esta, por eso cada persona tiene una gran y hermosa imagen poética de su propia casa, imagen feliz, donde cada persona construye un universo incomparable e inolvidable con el paso de los años, donde cada día ese universo personal cambia, se agranda y se achica, donde nuestra alma tiene un vínculo con la casa, la cual le permitió formar un hogar cálido y acogedor.

La casa, universo interior desde el cual logramos ver el universo exterior de una manera diferente, dependiendo del día, la hora, o quizás nuestro estado de ánimo, es un espacio único para cada persona, donde encuentra lo que es necesario para sentirse a gusto, donde construimos día a día nuestras metas para  así cumplirlas y comenzar a proyectarse en una diferente; en donde nuestros secretos más profundos son guardados, donde nuestros accidentes más terribles fueron curados, donde experimentamos toda clase de sentimientos, miedo, felicidad, angustia, soledad, entre muchas otras más.

Nuestra casa es como para los pollitos el huevo, es una gran cascara que nos hace sentir protegidos, en la cual crecemos hasta llegar a un momento en la vida donde vemos que es necesario dejarla por unos lapsos de tiempo para ir a trabajar o estudiar, es en la cual descansamos nuestro cuerpo y alma, nos aislamos de las vicisitudes de la vida cotidiana, dejamos lo mundano a un lado, para sentirnos a gusto y en paz.

Siempre nos acordaremos de la casa en la que vivimos muy buenos momentos; casi siempre es la imagen de la casa de nuestra infancia, en mi caso, tengo una gran y hermosa imagen poética de la casa en la tuve el placer de estar hasta mis seis años, esa casa era cálida, con una gran iluminación natural que hacía que un día gris no se viera tan triste y que un día soleado no fuera tan caluroso, jugaba y lloraba, pero son aspectos casi irrelevantes, me gustaban mucho los domingos en esa casa, eran especiales, mis padres muy jóvenes y mis hermanos más pequeños en ese tiempo, hacían que los domingos fueran el mejor día de toda la semana, son recuerdos que siempre van a hacer que la imagen que tengo como recuerdo de esa casa sea grande y hermoso; ya fue diferente cuando nos cambiamos de casa, la nueva era más grande, más fría, más oscura, y a mis siete años era muy tenebrosa, nosotros fuimos acomodando la casa a nuestros gustos, yo ya tenía un cuarto propio, pintamos las paredes como cada uno quería, hicimos de la casa un espacio alegre, los primeros días fueron terriblemente solitarios y oscuros, mis padres salían a trabajar, mis hermanos a estudiar  y yo me quedaba sola la mayor parte del tiempo, pero con el paso delos años, en la casa el hogar fue creciendo cada vez más, más fuerte, más unido, más grande espiritualmente, hasta ahora sigo en la misma casa, ya son once años, y es la casa más hermosa que he visto, es donde más me siento segura, donde llego y  a pesar de haber tenido un día horrible siempre que entro la calidez, tranquilidad y protección que me brinda mi casa me hacen sentir de una forma diferente y en paz; cada día la imagen poética de mi casa actual es más grande, cada día, semana, mes y año, la casa cambia de imagen, se agranda o se achica, pero nunca pierde esa poesía que está en cada espacio de la casa.

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