LA ORDEN DE LOS AGUSTINOS
Enviado por danielcalleros • 13 de Junio de 2012 • 1.475 Palabras (6 Páginas) • 997 Visitas
La orden de los agustinos.
Los agustinos, o agustinianos, constituyen la cuarta de las órdenes mendicantes, Aunque algunos autores han pretendido remontar su origen hasta la comunidad que fundó San Agustín (354-430) en su casa episcopal de Hipona, lo cierto es que esta corporación religiosa adquiere personalidad eclesiástica hacia 1256, cuando el papa Alejandro IV dispuso que se fusionaran en una Orden todos los pequeños grupos de frailes que llevaban una vida conforme a los preceptos estatuidos por aquel egregio Padre de la Iglesia.
La regla que aceptó la Orden agustiniana ya había sido dictada por Inocencio IV en 1244. Se basa en la Epístola 109 y en el tratado De moribus clericorum, de San Agustín. En ella se exigen los tres votos de la castidad la pobreza y la obediencia.
En la obra evangelizadora de los agustinos domina una concepción voluntarista de la vida y de la acción (primado de la voluntad sobre el intelecto, como en los franciscanos), a diferencia de la concepción un tanto intelectualista de los dominicos.
A la cabeza de la Orden está un padre general, elegido cada seis años y asesorado por un consejo de definidores. Bajo él se hallan las provincias dirigidas por los vicarios.
Una vez organizada, la Orden de los agustinos se propagó rápidamente. En el siglo XVI poseía alrededor de 2,000 monasterios, con no menos de 30,000 frailes. Hacía esta época existían también cerca de 300, conventos de religiosas agustinianas
La Orden ha colaborado muy eficazmente en la obra de la Iglesia. Tanto en las ciencias sagradas como en la organización de las instituciones eclesiásticas, los agustinos han rendido servicios dignos de consideración. Su obra misional fuera de Europa ha sido ejemplar en muchos aspectos.
Establecimientos de los agustinos.
Los primeros agustinos que vinieron a Nueva España llegaron a Veracruz en el mes de mayo de 1533 y se constituyeron en provincia independiente hasta el año de 1543, bajo el nombre de Congregación Agustiniana del Santísimo Nombre de Jesús. Eran fray Francisco de la Cruz, que venía con el cargo de Prior; fray Juan de San Román, fray Jerónimo González de San Esteban, fray Jorge de Ávila, fray Alonso de Borja, fray Juan de Oseguera y fray Agustín de Coruña. El emperador Carlos V cedió bienes de fortuna para la construcción de la fábrica de su primera iglesia. La Congregación, empero, fue reconocida como provincia religiosa hasta 1592 por el papa Clemente VIII. Desde entonces, la residencia del provincial de la Orden fue el edificio que se conserva hasta nuestros días como Biblioteca Nacional.
Una vez que arribaron a tierras mexicanas, los agustinos se fueron desplazando a distintas provincias de la Nueva España para llevar al cabo los fines religiosos de su Orden. Michoacán, Jalisco y Zacatecas fueron las primeras regiones en que se dejó sentir la influencia de ellos. En Tiripitío, donde se edificó su magnífico convento que más tarde fue utilizado para servir de Casa de Estudios Mayores, se educaron los frailes que fueron a fundar la Provincia de Filipinas. Allí mismo se educaron muchos indios. En la organización de esta Casa de Estudios, como en las más importantes fundaciones de la Orden, colaboró principalmente fray Alonso de la Veracruz, alma rectora de la obra educativa y religiosa de los agustinos.
La Casa de Estudios Mayores de Tiripitío fue una de las primeras instituciones de cultura superior establecidas en América. Pero sus eminentes catedráticos no desdeñaron enseñar a los niños de la región los rudimentos de la cultura y ver que los adolescentes aprendieran oficios manuales. De esta suerte. Tiripitío llegó a ser un centro de educación popular.
Fray Alonso de la Veracruz (1504-1584)
El nombre originario de fray Alonso de la Veracruz, nombre que llevó hasta antes de hacerse religioso agustino, era el de Alonso Gutiérrez, Recibió su formación humanística en Alcalá, y estudió filosofía y teología en Salamanca, esta, contaba con grandes pensadores, como el padre Vitoria, del que fue discípulo el propio Alonso Gutiérrez. Terminados sus estudios de filosofía y teología, ocupó en la misma Universidad la cátedra de Artes, con tal éxito, que muy pronto se consagró como uno de los catedráticos eminentes de tan prestigiada Casa de Estudios.
Aunque su fama le aseguraba una carrera brillante en Europa, pronto su espíritu apostólico le impulsó a venir a América.
En 1540, al fundarse el Colegio de Tiripitío, fue enviado allí fray Alonso de la Veracruz, para enseñar Filosofía y Teología, convirtiéndose de esta manera en
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