LA VIRTUD EN LOS GRIEGOS DESDE LA PERSPECTIVA DEL DIALOGO PLATÓNICO
Enviado por efra.jaco • 14 de Mayo de 2013 • 1.274 Palabras (6 Páginas) • 524 Visitas
La Grecia Antigua y sobre todo su filosofía, son indudablemente el mayor referente histórico y teórico para la comprensión de cualquier conocimiento, resultado del estudio de las variadas disciplinas científicas que conocemos hoy. Las Ciencias Sociales, son por su parte las que mayor herencia e influencia poseen del pensamiento helenístico. La civilización griega inaugura la reflexión filosófica en torno al planteamiento de los problemas que los circundaba y empieza a construir un discurso ordenado en sinergia a la naturaleza y al papel del hombre como sujeto que influye en la transformación de la realidad. De esta manera el hombre inicia el camino de búsqueda de la verdad partiendo de la definición del origen de su entorno; es esto lo que caracteriza a los llamados filósofos de la naturaleza o presocráticos.
Más adelante con el surgimiento del pensamiento de Platón y Aristóteles, la reflexión filosófica empezará a abarcar una multiplicidad de temas; se llega a consolidar la primera sistematización o clasificación del conocimiento, producto de la profundización y concentración del mismo. El hombre ya estructura cuestionamientos que atienden a escenarios complejos como la dinámica de la polis, en la que surgen necesidades en el marco de manejo del poder, la idea de justicia, el bien común, la moral, entre otros.
En este último aspecto de incidencia plenamente social se suscita toda una serie de posiciones determinantes; tal es el caso de la política, donde se emprende la justificación de categorías con las que se busca la cualificación del criterio de idoneidad frente a aquellos hombres que legítimamente debían poseer el poder. Así surge el concepto de virtud, especialmente en Sócrates, con la que se identificaban todas aquellas cualidades y atributos de los hombres sabios “quien posee una virtud posee un cierto conocimiento: no se puede hacer el bien o la justicia si no se sabe qué es el bien y la justicia, del mismo modo que no se puede hacer un trabajo físico determinado, levantar un puente o construir una mesa si no se tiene un conocimiento de ello”.
La virtud como concepto axiológico y ético para los griegos empezará a ser una noción que identificara la capacidad de tomar buenas decisiones, dirigir acciones acertadas y distinguir entre vicios, formas buenas o malas. La virtud estará siempre ligada a una educación basada en las máximas aspiraciones del hombre: el saber y el conocimiento. De esta manera, el hombre virtuoso es el que está encauzado a ser culto en experiencias, culturas, saberes, y quien desarrolla talentos, potencialidades y artes que lo llevan a conseguir sus metas.
En Platón la esencia de la virtud se amplía al considerarla como un estado del alma, incrustada en la naturaleza de quienes la poseen. Así un hombre superior posee un alma superior. La virtud se distingue por tres características intrínsecas a quienes la poseen: el intelecto, la voluntad y la emoción. Desde allí el autor de los Diálogos va a referirse a tipos de virtud, enmarcados en las partes del alma humana. Con ello, a la porción racional del alma humana corresponde la virtud de la sabiduría o prudencia; a la parte irascible atiende la virtud de la fortaleza y a lo concupiscible o porción de los deseos y emociones atañe la virtud de la templanza. Esto explica la materialización de la virtud como el razonamiento que establece el término de las acciones, guiándolas hacia lo favorable y noble.
Bajo las anteriores alusiones es que se argumentan las consideraciones que los griegos desarrollaron por cuanto a quienes concierne la tarea de gobernar y regir y que Platón sostiene y aclara, sobre todo en su diálogo Menón o de la Virtud:
“… ¿Y es posible gobernar una ciudad, una casa, o cualquiera otra cosa, si no se administra conforme a las reglas de la sabiduría y de la justicia?...”
La
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