La Dignidad De La Persona Humana

CONSTITUCIÓN PASTORAL GAUDIUM ET SPES

SOBRE LA IGLESIA EN EL MUNDO ACTUAL

PRIMER PARTE: LA IGLESIA Y LA VOCACIÓN DEL HOMBRE

CAPÍTULO I: LA DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA

Por: Ricardo Alberto Tepozteco Arenas

Es el Espíritu Santo quien mueve al hombre, y bajo esta premisa, nos introduce el capítulo a hablar sobre la dignidad de la persona humana, dice la palabra de Dios: ¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él?, ¿El ser humano para darle poder? Y él mismo, -el hombre- se sigue dando respuestas exaltando su persona, unas veces acertadamente, otras tantas de manera equivocada. Siendo de esta manera, siempre estará en esa búsqueda de respuestas que se seguirá formulando a lo largo de su existencia. Posee inteligencia, y esta le ayudara a adquirir la sabiduría, y buscar la verdad, Cristo.

El hombre es libre, y hace ejercicio de su libertad día con día, construyendo así su propio futuro viviendo bajo su conciencia, y estos elementos le ayudaran a hacer el bien o hacer el mal.

Los días pasarán de acuerdo a su conducta y finalmente su meta, la muerte, que no es más que el paso de esta vida a la otra en donde la creatura se encontrara cara a cara con su creador. Anteponiendo siempre su estilo de vida, es decir, el hombre debe vivir con la plena conciencia de estar en sintonía con su creador, de lo contrario se vuelve ateo y no lograra ver con claridad los misterios de la vida y habrá dejado de buscar la “Verdad”.

Jesucristo, Camino Verdad y Vida. Solamente en Jesucristo, el hombre alcanzara a desarrollar las potencialidades de su libertad, existencia y sabiduría.

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