La Evolución Y La Fe De La Existencia Del Hombre

Desde inicios la fe del hombre se ve involucrada en la creencia de un ser superior a ellos, creador del universo, imponiendo la categoría de dios al sol, a la luna; posteriormente a simples seres humanos con poderes, es ahí donde uno de los filósofos más destacados de la historia, Sócrates, reflexiona y se da cuenta que aquellos dioses tienen fallas y no alcanzan la perfección absoluta, por lo que su razón le hace creer que existe un solo ser superior capaz de haber creado todo lo que existe.

Al mismo tiempo la ciencia trata de demostrar desde su punto, el origen, pero esta no puede probar que un suceso concreto ha sido el origen absoluto del universo, o sea, la creación. Podemos concluir, mediante razonamientos filosóficos de otro tipo, que debe haber existido la creación, pero no podemos probar que haya tenido lugar en un momento que podamos fechar.

Desde la antigüedad, el modo de originarse la vida y la aparición de la gran variedad de organismos, constituyó un misterio que, en menor o mayor medida, despertó curiosidad de los científicos. Sin embargo, las creencias, los prejuicios, los dogmas religiosos y las teorías que se aventuraban debido a la imposibilidad de probarlas con el nivel de conocimiento de aquellas épocas, haciendo que la cuestión quedara inconclusa.

Darwin, quien fue un médico naturalista inglés, también trataba de explicar el origen de la vida a través de su proceso evolutivo que se basaba fundamentalmente en dos factores: el primero es la variabilidad de la descendencia que hace referencia a que los seres vivos de una misma especie, de una misma población o inclusive los descendientes de una misma pareja; esta diferencia a su vez la heredan de los padres que se las transmitirán a sus hijos.

El segundo es el concepto de selección natural que se refiere a la influencia del ambiente en el éxito reproductivo de cada individuo. Ese éxito reproductivo tiene que ver con la posibilidad de cada individuo de dejar descendencia. Es así como Darwin demostró la evolución de los organismos, y que todos los seres vivos procedemos de seres antepasados comunes, por lo cual distintas especies están relacionadas entre sí.

Otra perspectiva es la de la fe, “Al principio Dios creó el cielo y la tierra” (Génesis 1,1). En la enseñanza de los relatos bíblicos podemos decir que la Biblia ya nos ha hablado que antes estaba Dios, que es eterno, y que es el creador del mundo, a partir de la nada. Dios con el poder de su palabra creó el universo y la Tierra, porque Él dijo: "Haya luz", y hubo luz. Por lo que podemos finiquitar que Dios creó el mundo con su sabiduría y su poder ya que no necesita nada preexistente, ni ayuda alguna para crear.

Pio XII añade en su Encíclica Humani Generis: “La fe católica manda defender que las almas son creadas inmediatamente por Dios”. Pero admite también que para formar el cuerpo del primer hombre pudo haber

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