La Explotación Sexual Comercial En El Contexto Del Patriarcado Y La Construcción De La Sexualidad Masculina.

La Explotación Sexual Comercial en el contexto del patriarcado y la construcción de la sexualidad masculina.

La sexualidad masculina debe ser entendida en un contexto, en el cual, le da sentido y pertenencia al hombre.

La explotación sexual comercial (ESC) no existe como práctica aislada, sino que forma parte de todo un sistema de discriminación y violencia. No sólo lleva a las bases mismas del patriarcado sino también a un sistema socioeconómico y político que basa su accionar en la mercantilización de todo. Por eso la violencia está asociada con la condición de género.

La compra-venta de cuerpos humanos para fines sexuales es una forma de violencia y es la muestra extrema de que cualquier “compra” tiene validez en el patriarcado mercantilista.

La ESC representa una de las violaciones más severas de los derechos humanos. Sin embargo la ESC no es el principio del problema, sino un eslabón más de una cadena de abandono, discriminación y vulnerabilidad en donde se han violado en forma sistemática los derechos básicos de la población.

La ESC es un fenómeno de creciente aumento en los últimos años. Este fenómeno se ha desplazado desde una región a otra, con la característica común de tener como fondo la pobreza, la migración y la violencia.

La ESC se mantiene, entre otras razones debido a la existencia y reproducción de la cultura patriarcal.

Dos de los pilares ideológicos fundamentales sobre los que se sustenta el patriarcado son la desvalorización de lo femenino y la sobre valoración de lo masculino, colocando, de esta forma, a los hombres y mujeres en lugares sociales distintos y desiguales.

Conforme fue surgiendo la cultura patriarcal la mujer fue considerándose una pertenencia. Algunas de las consecuencias del patriarcado son: 1- la obligación de procrear hijos legítimos sobre la base del control político del cuerpo y sexualidad de las mujeres. 2- el establecimiento de las estructuras de clase, económicas y políticas en manos de los hombres. 3- la guerra como institución masculina patriarcal.

Surgen paralelamente la virginidad, monogamia, maternidad obligatoria y prostitución como una manera de reglamentar el control y dominio sobre el cuerpo y la sexualidad de las mujeres.

Como base de la creencia actual esta que las mujeres, especialmente adolescentes, los tientas y provocan, convirtiendo a ellas en las responsables de las acciones sexuales de los hombres.

La filosofía patriótica expresa una visión sexual que legitima la dominación y control del cuerpo y sexualidad de las mujeres esto fue la base de la mentalidad medieval en materia de sexualidad y de relación entre los géneros.

Según la visión medieval los hombres son más fuertes que las mujeres y deben gobernarlas, en particular en la sexualidad y lo masculino se asocia con ser activo y racional, y en lo sexual con ser activo sexualmente.

Hasta en la Iglesia, los padres consideraron que la mujer, si quería ser santa, debía renunciar a su naturaleza de mujer y ser como un hombre.

La sexualidad en el contexto de la cultura patriarcal en una categoría política. Llega a ser el recipiente más o menos voluntario de las aspiraciones, sentimientos, impulsos y satisfacciones socialmente deseables y necesarios.

En la sexualidad se juegan muchos de los más importantes procesos del aprendizaje y del despliegue de la masculinidad, muchos de los mandatos de la sexualidad patriarcal. Hoy los vemos expresados y desplegados en la vida cotidiana de hombres en forma individual y colectiva.

Las instituciones ideológicas más importantes para el hombre han sido: misoginia, androcentrismo, falocentrismo, homofobia, virginidad para la mujer, monogamia y fidelidad obligatorias, procreación obligatoria.

Con el patriarcado el hombre fue definido como el referente de la humanidad, tiene como encargo fundamental para los hombres

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