La Fenomenología, útil Instrumento Para El Estudio De La Sociedad
Enviado por iptisam • 28 de Mayo de 2013 • 4.162 Palabras (17 Páginas) • 1.081 Visitas
Su aplicación a la vida diaria es la misma que tendría cualquier otro tipo de conocimiento, dijo
La fenomenología, útil instrumento para el estudio de la sociedad: Embree
El especialista fue invitado a la Facultad de Filosofía para presentar su más reciente libro
ERICK ALBA
Lester Embree Foto: TOMADA DE LA PAGINA WWW.WASEDA.JP
La propagación del estudio sobre “la vida mental, la subjetividad”, como herramienta analítica para las actividades que forman la rutina cotidiana en cualquier sistema productivo o de convivencia, parece ser el principal objetivo de Lester Embree, el especialista estadunidense en fenomenología, quien a través de publicaciones y conferencias lucha ahora por solidificar lo que califica como la nueva etapa histórica de esa corriente, y que al contrario de sus orígenes, se caracteriza hoy por su aplicación en campos no filosóficos.
Como invitado de la Facultad de Filosofía, dependiente de la Universidad Michoacana, para presentar su libro más reciente, Fenomenología continuada, contribuciones al análisis reflexivo de la cultura, editado por la Jitanjáfora Morelia Editorial, de José Mendoza, Embree compartió en entrevista con La Jornada Michoacán algunos de los puntos más relevantes que integran su propuesta:
“La aplicación de la fenomenología a la vida diaria es la misma que tendría cualquier otro tipo de conocimiento, incluido el conocimiento científico: mientras más conozcas del mundo puedes llevar una vida mejor; la fenomenología pone principal atención en la vida mental, en la subjetividad, y no sólo es una vida mental, sino también (indagar) nuestro encuentro con las cosas. La fenomenología es reflexiva y lo que entiende es nuestra manera de encontrar, valorar, referirnos a cosas así como el conocimiento de las cosas en tanto que son encontradas por nosotros”.
En el documento que sería presentado horas después de la entrevista, el pensador se refiere a estudios sociológicos sobre diferencias generacionales en Estados Unidos, aunque analizados desde el punto fenomenológico: “en la fenomenología todo se hace a través de análisis reflexivos, donde se pueden descubrir ocho distintas dimensiones, uno es sobre generación; como profesor, hay diferencias entre mis perspectivas, las de mis colegas y mis estudiantes porque los valores, metas, son diferentes y es una dimensión de nuestro mundo sociocultural.
“Para vivir en este mundo es mejor aprender cómo ven las cosas los viejos, los jóvenes y la generación intermedia; como ejemplo, en Estados Unidos hay ahora cuatro generaciones, cuatro actitudes ante el mundo”, a lo que añadió un estudio realizado por una consultora empresarial utilizando la fenomenología, sobre los conflictos que suscitan en las empresas estadunidenses la convivencia de al menos dos generaciones diferentes de trabajadores, con perspectivas y modos de vida distintos, con la finalidad de encontrar vías de tolerancia en ambos sentidos.
Aunque el entrevistado reconoció su poco conocimiento en materia de cultura mexicana, “porque soy extranjero”, subrayó que la aplicación del estudio fenomenológico a ese campo encontraría diferencias sustanciales con otro países basadas en hechos históricos específicos, como es la participación de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, la que al concluir provocó una explosión demográfica al regreso de los combatientes a su patria, lo que no sucedió en México.
Sin embargo, la entidad michoacana podría guardar algún paralelismo con Estados Unidos en materia de convivencia social, pues la plurietnicidad que caracteriza a ese país se vive también en este estado, aunque desde la fenomenología, existen formas de clasificación sobre los grupos en convivencia, las mismas que aunque sean negadas en aras de la igualdad entre los individuos, se mantienen vigentes en el análisis reflexivo en que se sustenta el pensamiento fenomenológico:
“En Estados Unidos, la gran clasificación es por color de piel: hay blancos, negros, los indios son rojos, los asiáticos son amarillos y los latinos son cafés, y cuando los latinos viven en Estados Unidos no gustan de esta clasificación racial, creo que en los países latinoamericanos la diferencia entre las etnias no es racial fundamentalmente, es lingüística: en el campo hay gente con mezcla de castellano con lenguas indígenas, es muy impresionante para mí (que) los nombres de pueblos no es en lengua europea, sino en lengua purépecha, en este caso.
“Estados Unidos es un país de mucha inmigración, pero no estoy seguro que en México haya olas de inmigración, no lo sé, porque ahora hay 5 millones de árabes (en ese país), hay chinos, de la India, pero el grupo de minoría étnica con más grande crecimiento es el de los latinos, hay más latinos que negros ahora”.
–¿Y para entender eso hay que ser fenomenólogo?
–(Ríe) Fundamentalmente creo que sí, pero hay mucho de la sociología, historia, economía y otras disciplinas, pero la fenomenología tiene más apreciación de los sistemas de valor; por ejemplo, en el grupo latino de Estados Unidos hay más valor (aprecio) por los viejos; en las etnias europeas en Estados Unidos hay más valor hacia la juventud, hay diferencia en los sistemas de valores y de creencias, de religión. Con la fenomenología, creo, es más fácil penetrar, y es más profunda, en una actitud social al respecto de los viejos o los jóvenes, o la actitud religiosa, pero hay mucha información de otras disciplinas.
Por lo que se refiere a la penetración de esta vertiente del pensamiento en México, Lester Embree cedió el micrófono a Antonio Zirión, autor de un libro sobre la misma propuesta, Historia de la fenomenología en México, y que a decir del editor José Mendoza, también cuenta con reconocimiento internacional:
“La fenomenología en México tuvo una primera etapa muy larga que empezó en los años 30 y tuvo su auge en los 60, pero se mantenía en el nivel de la filosofía y no tenía un intento de ser aplicada a otras disciplinas o a una comprensión de la vida mexicana; últimamente hay un renacimiento del interés en la fenomenología: tenemos esta serie (editorial, que ya publicó en Morelia siete títulos y tres más están en proceso), tenemos alumnos y maestros, todavía estamos atendiendo cuestiones filosóficas, no hemos llegado a desarrollar todavía análisis como los que Lester invita a hacer respecto a la cultura mexicana, pero esperamos que lleguen con el propio desarrollo de la disciplina.
“Hasta ahora, la fenomenología en México sigue siendo una tendencia de la filosofía y arrinconada por otras tendencias,
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