La Filosofia Y La Bioetica
Enviado por frisco • 6 de Mayo de 2014 • 890 Palabras (4 Páginas) • 302 Visitas
Introducción
A primera vista, podría parecernos que la filosofía y la medicina tienen muy poco o nada que ver entre sí. El posmodernismo cultural, tan difundido actualmente, duda de la capacidad humana para conocer las verdades fundamentales. Así pues, las interpretaciones que nos ofrece de tales verdades no se basan en la realidad objetiva, sino que están sujetas a las influencias del momento histórico, del contexto social y de las exigencias humanas.
Junto con otras influencias culturales, el posmodernismo considera a la filosofía una actividad en crisis; una actividad que difícilmente desempeñe un papel en los asuntos de importancia para la existencia humana, como sí, en cambio, lo desempeñan otras como las profesiones de la salud. Y entre estas la medicina ocupa un lugar central.
En contraste con la filosofía, la medicina se presenta como una ciencia sólida e independiente, rica en teorías y logros prácticos. Se desarrolló segura de sí y promete diagnósticos y terapias novedosas. Por todo ello la medicina difícilmente se interesaría (y menos aún necesitaría) por la filosofía, máxime si ésta se presenta insegura y ambigua en su papel.
Sin embargo, el análisis que trasciende la primera impresión nos revela que la medicina necesita complemento, necesita autorreflexión. Al mismo tiempo advertimos corrientes o métodos filosóficos que revitalizan la misión cultural tradicional de la filosofía.
Podemos decir que la medicina presenta componentes tales como un sistema de conocimientos (ciencias naturales básicas y ciencias clínicas), destrezas (técnicas y procedimientos), instituciones sociales, investigación y actividades interpersonales con pacientes y sus enfermedades. No ha sido fácil mantener en equilibrio todos estos elementos. Por ejemplo, cuando la medicina se concentra en las ciencias biológicas (biología molecular - genética), puede caer en una reducción de la persona a su enfermedad, y ésta, a su sintomatología. A su vez, el énfasis en la técnica puede llevar a una mayor intervención, o inclusive a una preferencia por lo artificial, como ya ocurre en la procreación médicamente asistida (inseminación artificial, fecundación in vitro, manipulación de embriones humanos), y en la asistencia para el suicidio. La medicina puede asimismo mezclarse negativamente con la economía y el control de costos, poniendo en riesgo la relación personal entre médico y paciente.
En resumen, una medicina nueva sin un sistema de valores renovados que correspondan a sus posibilidades científicas y técnicas, puede reducir al paciente a un objeto de interés diagnóstico e intervención técnica. Así pues el paciente, al igual que el médico, se hace dependiente de una sola racionalidad: la científico - técnica.
Hoy, en el comienzo del siglo XXI, podemos intentar una definición de los objetivos de la medicina para comprender su necesidad de un saber de racionalidad humanística. Para ello puede ayudarnos un trabajo realizado por el prestigioso Hastings Center. Según este importante centro de bioética norteamericano, la medicina se plantea actualmente los siguientes
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