La Influencia Sexual De La Religión En La Cultura Actual.

La influencia sexual de la religión en la cultura actual.

Vivimos en un mundo que por factores culturales los cuales son principalmente permeados por religiones de diferentes índoles nos han inculcado el sentido de culpa sobre cualquier actuar, sentir y pensar, llegando a tal punto que no podríamos hablar de una verdad libertad ni de un criterio propio, ya que nuestra cultura al ser cimentada en las bases de una religión tan dogmática como lo es la católico-cristian, nos han arrancado totalmente de nuestra formación el sentido crítico conllevando a que seamos unas personas sumisas y crédulas de algunas cosas tan naturales y necesarias como lo es el vivir como seres sexuales en toda su plenitud.

Para cada religión las concepciones de sexualidad y lo que es apropiado o no en dicho tema varia, pero por nuestro contexto y nuestra tradición consideraremos principalmente la influencia del cristianismo en nuestra “cultura” (1).

La moral es el punto de partida y la justificación de sus concepciones rapadas con respecto a la actividad animal y natural de la sexualidad, consideraciones de lo que es correcto e incorrecto medido con el criterio de unos cuantos que vieron la necesidad de hacer una organización del sistema diferente al de la política (mas impositivo o menos reflexivo) pero a su vez menos violento que la imposición a mano armada (aunque si somos un poco reflexivos la religión como organización, en la edad media e incluso en la actualidad es un gran foco de violencia, imposición y muerte); la fábula entramada sobre ángeles demonios, paraíso, infierno las consideraciones de lo correcto y de lo incorrecto sin más argumento que lo dicho en un libro del cual poco se puede saber, un libro del cual no se tiene una versión absoluta ni una datación clara o verificable, en el cual se cuentan cientos de historia y algunas de las cuales se hace alusión a ámbito sexual, permeando dichas historias de las imposiciones enviadas por “dios” con respecto a los mandatos del matrimonio.

Además de que en el cristianismo se criminaliza y se sentencia a la perdición, al infierno y a la ruina por actos sexuales fuera del matrimonio, no basta ni siquiera cumplir con esta imposición absurda del matrimonia ya que ni siquiera cumpliendo con este acto cirquero se puede disfrutar de una vida sexual plena, ya que por más que buscan hacer la distinción entre hombres (seres racionales pensante y superiores) y animales (seres irracionales e inferiores) se limitan a dejar el acto placentero de la actividad sexual como un mero acto reproductivo, criminalizando de igual manera la posibilidad de encontrar disfrute hasta incluso en el proceso reproductivo.

Por otra parte cualquier forma de placer sexual sin importar el contexto o la persono con la que se lleve a cabo el cristianismo considera como aberración, una forma de comprobación de esto es el sentir de culpa al culminar el coito, que

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