La Libertad

Democrácias, ilegalizaciones, dictaduras, muertos, terroristas, asesinos, invasores, impositores, falsas esperanzas, utopias, distensiones, imposibilidad, bloggers, internet, propiedad intelectual, explotación, independencias, mentiras, respeto, tolerancia, ética, moralidad, religión, falsos cultos y dioses, pedulancia, tergiversaciones, aberraciones, desfiles militares, solidaridad, inutilidad, despilfarro, consumismo, neoliberalismo, socialismo, capital, constituciones, estados, paises, nacionalidades, ilusión, poderes fácticos, logos, soledad, abandono, pobreza, asociaciones, segregaciones, injusticias, justicia, pactos, igualdad, igualitarismo, feminismo, machismo, petroleo, mares muertos, naturaleza, destrucción, construcción y alguna otra expresión más se me viene a la cabeza al pensar en estos aciagos días. Sería poco para definir el mundo actual, y para definir mi pensamiento actual, y lo que para mí deberia ser el mundo. Ante todo, sobre nada, la libertad es primordial en estos días, la independencia verdadera, la autodeterminación del hombre. Algunas de esas palabras han de sobrar en la definición de nuestro mundo desde mi punto de vista, otras muchas falta, como la propia definición de "libertad", y de "autodeterminación". ¿Cuales son nuestras posibilidades?, yo diría que nulas. ¿Por qué actuar entonces?, porque esas posibilidades surjan algún día. Libertad, Igualdad, Independencia y Dignidad han de ser las cuatro preferencias del ser humano, y por Libertad me refiero a la del hombre, por igualdad a la Igualdad de posibilidades, por Independencia a la posiblidad de vivir sin ataduras a nadie, y por Dignidad, en fin, que decir de la dignidad en un mundo tan vergonzoso, con la poquita que hay. casi es dificil de definir. Remitiendome a la RAE, cuyas definiciones tampoco hay que tener al pie de la letra (al fin y al cabo tan solo recojen definiciones genéricas), la dignidad es la "Gravedad y decoro de las personas en la manera de comportarse.", así que la útopia se basaria en hacer uso de nuestras capacidades, nuestro razocínio, nuestra lógica, nuestra mente a fin de cuentas, para hacer de éste un mundo digno, y de la propia humanidad un ejemplo a seguir por los propios hombres. Dudo que lo consigamos algún día, pero solo nuestro ahinco de cambio podría convertir este mundo en aquel en que la felicidad sea algo secundario, y la competencia tan solo cosa de juegos, y la dignidad, basada en la igualdad, la libertad y la independencia, fluya por el mundo como preferencia suprema, y así mediante ello crear una democrácia plena y participativa. La tolerancia, la paz y la solidaridad serían igual de necesarias, y eso es lo que primero debemos perseguir, un mundo tolerante, pacífico y solidario.

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