La Lucha Contra Los Dragones
Enviado por lucianobai1811 • 31 de Julio de 2014 • 509 Palabras (3 Páginas) • 258 Visitas
Había un tiempo en el que éramos libres, en nuestro planeta Zefidya, vivíamos en paz, sobre la tierra y bajo el mar, cada Duna era feliz, con su familia, hasta que de pronto empezamos a desaparecer. Fui encontrando parecidos, los desaparecidos eran todos jóvenes y fuertes, y siempre estaban solos, nadie sabía lo que pasaba, yo no lo sabia, hasta que me paso. Aparecieron volando de la nada, unos seres escamosos de
color amarillento que lanzan fuego, dos de ellos me tomaron, y me elevaron por los aires, hasta una cosa brillante que vuela, una nave según dijeron, y me trajeron aquí, a Sirium, el planeta de los dragones, en una estrella lejana. Nos obligan a sacar extrañas rocas del mar, y si no sacas suficientes te queman hasta que gritas, y luego te vuelven a lanzar al mar, sin importar que ya sea de noche, y no puedes salir hasta que encuentras mas.
El mar aquí es muy diferente, es calido, todo el planeta es caliente, y todos vivimos con miedo de ser quemados, porque una ves que pasa no hay consuelo, siempre sigue doliendo, así que trabajamos, solo trabajamos, para evitar el castigo.
Una noche cuando íbamos yendo a los galpones, ya habiendo terminado el trabajo, algo me tira de la ropa, y me lleva detrás de las rocas, tapándome la boca, eran unos seres parecidos a mí, pero verdes y pequeñitos
Te queremos ayudar a rescatar a tu pueblo de los dragones- dijeron con una voz extraña- somos del planeta vecino, somos los Chenson-
Una vez más fui llevado a una nave, pero esta vez con seres amistosos, que querían ayudarme. Ellos sabían como vencer a los dragones, pero necesitaban más gente para ello, y yo sabia exactamente donde conseguirla. Fuimos entonces a mi planeta Zefidya, y le contamos a los Dunas lo que realmente estaba pasando, todos estuvieron de acuerdo en ayudar, incluso los pueblos vecinos se enteraron y se ofrecieron a prestar su ayuda, esto ya no era solo por los Dunas, era por toda Zefidya.
El plan era simple, pero algo dificultoso, si salía mal podíamos morir todos. Los dragones tenían una debilidad, necesitaban las piedras de debajo del mar para poder tirar fuego, las cuales ya no habían en la superficie de su planeta, así que la clave era deshacerse de ellas.
Estaban guardadas en un gran galpón, al lado de donde dormían todos, custodiado por varios dragones de gran tamaño. Los Chenson nos dieron armas, para dormirlos, y una bomba para destruir el galpón.
Fuimos una noche y entre varios dormimos a los dragones que custodiaban los galpones, mientras otros despertaban a los Duna y los subían a las naves. Una vez que todos estaban afuera pusimos la bomba donde estaban las rocas, y así nos desasimos de una ves por todas de los dragones, que no pudiendo ya tirar fuego, no pudieron esclavizar a nadie mas.
La paz se volvió a restaurar en Zefidya, y siempre recordaremos a nuestros amigos los Chenson, que nos ayudaron liberar a nuestro pueblo
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