La Mente Y El Pensamiento Posivito, Son El Secreto De La Felicidad.
Enviado por IgnacioS • 15 de Febrero de 2012 • 3.682 Palabras (15 Páginas) • 758 Visitas
Ensayo Final: La mente y el pensamiento son el secreto de mi felicidad.
Los hombres somos lo que pensamos pues nuestro carácter y comportamiento son el resultado de la suma de todos nuestros pensamientos, así como los peces no podrían vivir sin la oxigenación del agua, y no podría ser de otra manera, así cada una de nuestras acciones se oxigena de nuestros pensamientos y es aplicable también para aquellos actos espontáneos y no premeditados así como aquellas acciones que surgen a causa del pensamiento, la felicidad o el sufrimiento. Los hombres cosechamos frutos dulces y amargos que nosotros mismos sembramos, es por esto que los pensamientos en la mente nos hacen lo que somos, nos forjan, nos moldean. Los hombres somos gobernados por leyes reales y “justas”, no por engaños, y la ley de causa y efecto es tan absoluta e inevitable que forman parte de nuestros pensamientos ocultos así como del mundo de los objetos visibles y materiales. Cuando las personas mostramos y desarrollamos un “carácter admirable” no ha sido por condiciones favorables al azar, si no es el resultado natural de un constante esfuerzo en albergar los pensamientos correctos, es el efecto de una muy larga y apreciada entidad con pensamientos admirables; un carácter “innoble e inhumano” por el contrario, es el resultado de pensamientos villanos albergados continuamente.
Somos hechos y desechos por sí mismos en nuestro pensamiento, quien forja las armas necesarias para destruirnos; también elabora herramientas con las que pueda construir felicidad, fortaleza, motivación y paz. La aplicación de los pensamientos correctos motivan al hombre a ascender a la perfección humana; con la aplicación y el abuso de los pensamientos incorrectos desciende al hombre en la mediocridad y pobreza de su alma.
Entre estos dos extremos están todos los “niveles del carácter” y el hombre es su propio maestro en el aprendizaje y búsqueda de las verdades que su alma debe recuperar y redescubrir, sobretodo en estos tiempos de promesa y esperanza donde el hombre podría ser el amo del pensamiento forjador de carácter positivo y moldeador de las condiciones negativas que se viven actualmente, pues es un ser dotado de inteligencia, amor y de pensamientos. Todos poseemos la llave de cada situación que vivimos y llevamos con nosotros una fórmula mágica de transformación y regeneración por la cual podemos hacer de nosotros mismos los dueños de nuestras debilidades y fortalezas que nos permitan encaminar nuestros asuntos a vivencias positivas. Si nuestros asuntos son mal encaminados es porque nuestros pensamientos están recayendo en mayor debilidad y abandono del carácter admirable y es entonces cuando más debemos reflexionar acerca de nuestra condición y buscar deliberadamente las situaciones que nos llevaron a ese estado para transformarlo inteligentemente en energía positiva y de esta forma crear pensamientos fructíferos a los que el hombre solo puede llegar si se descubre a sí mismo.
Los “seres humanos” pueden encontrar la verdad y significación asociada a la vida y al mundo que le rodea, solo las “personas humanas” podemos encontrar cada verdad asociada a nuestro ser. Si cavamos con determinación en lo profundo de nuestra alma podemos justificar inequívocamente que somos forjadores de nuestro carácter moldeador de vida y controladores de nuestro destino. Es por lo anterior que debemos utilizar cada experiencia vivida y cotidiana, aún la más simple o trivial, como medios para obtener el conocimiento de sí mismos. Recuerda que aquel que busca, encuentra… Y aquel que toque la puerta, esta se le abrirá… solo hay que tener paciencia e impertinencia equilibrada para tocar a la puerta ideal que permita retroalimentar nuestro conocimiento y hacerlo práctico a cuestiones positivas en la vida.
En este ensayo me permito comparar la mente de un hombre a un jardín que puede ser inteligentemente cultivado o ser abandonado y llenarse de hiervas, pero cualquiera que sea la opción, lo que es un hecho es que dicho jardín está destinado a producir, que si no se siembran semillas útiles entonces semillas de hierba mala crecerán en abundancia y se reproducirán. Al igual que un jardinero o agricultor, en su caso, cultiva su parcela manteniéndola libre de mala hierba, cultivando los frutos y las flores que requiere, así debe también el hombre atender el jardín de su mente limpiándola de pensamientos dañinos inútiles e impuros y cultivando hasta la perfección las flores y frutos de pensamientos correctos útiles y puros. Solo siguiendo este proceso los hombres, tarde o temprano, descubriremos que somos el jardinero de nuestra alma y directores de nuestra vida. También podremos entender cada vez con mayor precisión cómo la fuerza del pensamiento y la mente operan en la formación de nuestro carácter, nuestras circunstancias y nuestro destino.
El pensamiento y el carácter a mi entender son uno solo, y mientras el carácter se descubre a través de las circunstancias, el pensamiento de una persona siempre estará en armonía con su estado interior; esto no significa que las circunstancias de una persona en un momento dado son un indicador de todo su carácter sino que aquellas circunstancias están directamente conectadas con algún elemento de nuestro pensamiento.
“Estás donde estás por la ley de tu propio ser. Los pensamientos que has construido en tu carácter te han llevado ahí y en la construcción de tu vida no hay elementos al azar pues eres el resultado de una ley que no falla”. Lo anterior es cierto tanto para aquellos que se sienten desconectados con su entorno como para aquellos que están satisfechos con lo que son y quienes le rodean. Como seres de evolución y progreso los hombres estamos en un punto en el que debemos aprender para crecer mientras aprendemos la lección espiritual de cada circunstancia. Por otra parte, estoy convencido que el hombre será maltratado por las circunstancias mientras se piense a sí mismo como un ser creado por las condiciones exteriores, es decir, que piense que la vida, la atmósfera, el ambiente, la tierra e incluso su pensamiento en sí harán todo por él; pero cuando nos demos cuenta que somos creados con poder y que podemos manejar las tierras y semillas de nuestro ser, que es donde nacen dichas circunstancias, nos convertiremos en dueños de nosotros mismos.
Quienes el algún tiempo hemos practicado el autocontrol y la autotrascendencia sabemos que las circunstancias nacen de los pensamientos, porque hemos notado que la alteración de las circunstancias ha estado en relación con la alteración de nuestra mente, de este modo afirmo que cuando un hombre se dedica a sanar los defectos de su carácter y consigue un progreso rápido y claramente marcado su alma descubre aquello que secretamente ha guardado por mucho tiempo: aquello que ama
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