La Metafisica
Enviado por omeiry • 6 de Octubre de 2013 • 439 Palabras (2 Páginas) • 332 Visitas
Análisis a la Fundamentación de la metafísica
de las costumbres (1785), de I. Kant
Por
Moris Polanco.
Universidad Francisco Marroquín (UFM).
ABSTRACT: Análisis de la obra Fundamentación de la metafísica de las costumbres (1785) de Inmanuel Kant, a través de una selección de fragmentos de la obra y los posteriores comentarios. Los fragmentos seleccionados pertenecen a: I. Kant, Fundamentación de la metafísica de las costumbres. Trad. De Manuel García Morente. Madrid: Espasa Calpe, 1946.
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Fragmento 1: Fundamentación Metafísica Costumbres, Primera sección
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Como un preámbulo a la construcción de una filosofía moral pura, Kant hace un análisis crítico de las cosas comúnmente consideradas "bienes", como la salud, la riqueza y la amistad. Al preguntarse bajo qué condiciones estas cosas pueden ser consideradas "bienes", concluye que no son bienes bajo cualquier circunstancia, sino sólo en tanto y en cuanto estén unidos a algo que es el único bien sin reservas: la buena voluntad. Para Kant, la buena voluntad representa el esfuerzo de los seres racionales por hacer lo que tienen que hacer, en lugar de actuar por inclinación o por interés propio.
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DATOS AUTOR
Perfil/Área trabajo
Profesor Área Ciencias Económicas UFM (Guatemala).
Ciudad de residencia
Guatemala.
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TEXTO
PUBLISHER ORIGINAL
WWW: Web autor
(Basado en la obra Great Traditions in Ethics, Belmont, Ca.: Wadsworth, 1996.Theodore Denis, Sheldon Peterfreund y Nicholas White)
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Ni en el mundo, ni, en general, tampoco fuera del mundo, es posible pensar nada que pueda considerarse como bueno sin restricción, a no ser tan sólo una buena voluntad. El entendimiento, el gracejo, el Juicio, o como quieran llamarse los talentos del espíritu; el valor, la decisión, la perseverancia en los propósitos, como cualidades del temperamento, son, sin duda, en muchos respectos, buenos y deseables; pero también pueden llegar a ser extraordinariamente malos y dañinos si la voluntad que ha de hacer uso de estos dones de la naturaleza, y cuya peculiar constitución se llama por eso carácter, no es buena. Lo mismo sucede con los dones de la fortuna. El poder, la riqueza, la honra, la salud misma y la completa satisfacción y el contento del propio estado, bajo el nombre de felicidad, dan valor, y tras él, a veces arrogancia, si no existe una buena voluntad que rectifique y acomode
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