La Naranja Mecanica

En esta película llamada “La naranja mecánica”, que fue realizada el año 1971 en Inglaterra, el lenguaje audiovisual que utiliza el director Stanley Kubrick, en “La Naranja Mecánica” tiene una gran calidad, que no sólo enseña de buen cine, sino que profundiza mucho más.

El montaje de esta película parece ser algo lento, pero observándola con más atención, se puede notar que se trata de una gran película en la cual se emplean todos los recursos audiovisuales posibles, sin caer en el uso de efectos especiales. Porque la fuerza de las imágenes que tiene esta película traspasan los límites conocidos del cine y arrastran hacia un mundo nuevo que, definitivamente, hace pensar e, incluso, cuestionarse la existencia.

Por otro parte, hay un muy buen de la banda sonora, en esta película la música no es un simple acompañamiento, sino que se mezcla a la perfección con las imágenes, logrando una fusión que hace que no sólo lo destacable sea lo visual, sino que también con nuestro sentido del oído.

La escenografía de la película posee un especial valor dentro de la obra. Kubrick fue capaz de montar y construir un mundo propio, ilustrado en cada locación, en cada espacio abierto, en cada escultura, en los vestuarios. Sin duda, la forma cobra vital importancia para narrar la historia, independiente del extenso contenido que posee.

También es importante mencionar los nuevos vocablos que introdujo Kubrick en la historia, aunque, a pesar de ser creación propia del autor, se entiende a la perfección, pues se trata de derivaciones gramaticales de palabras ya conocidas, y que ayudan a adentrarnos en una sociedad moderna.

En resumen, podemos decir que Stanley Kubrick se preocupó de hasta el más mínimo detalle en su película, demostrando que para hacer buen cine no sólo se necesita tener buenas tomas o buena edición, sino que cada detalle es fundamental para situar al espectador en el mundo que se quiere mostrar. Es el particular uso de cada elemento dentro del cuadro el que le da vida a la película. Hasta la más mínima mirada influye sustancialmente en la percepción del espectador.

Son muchos los temas tratados en “La Naranja Mecánica”. La familia, los amigos, el sexo, la culpa, el pecado, el perdón, el poder, el instinto, la humanidad, la sociedad, la política, la cultura, la religión, la libertad, etc.

Pero pienso que depende de cada individuo adaptarla a su propia vida, a sus propias vivencias pues, por sobre todo, la película nos invita a reflexionar acerca del “todo”, siendo ese “todo” diferente en cada persona.

Es por ello que “La Naranja Mecánica” es una obra que, en cierta forma, reivindica a aquellos que no tienen un espacio en este mundo y que, al sentirse tan desamparados y solos, optan por dejarse llevar por sus instintos, instintos que con tanta facilidad condenamos pero nos negamos a entender.

...