La Niñez

Son tiempos de niñez…

Aquellos tiempos

Lugares de aventuras

Y de sueños

de momentos vividos…

repletos de ilusiones,

que ahora se sacan

del baúl de recuerdos.

Aquellos tiempos donde todo parecía bueno, momentos en que mi vida carecía de problemas y vivía de soluciones con mis tan queridos padres. Aquellos sucesos que nunca sacare de mi mente. Posiblemente la niñez sea la parte de la vida que al menos recordamos, pero que de todas formas es la mas significativa de todas. Es en esta etapa en la que aprendemos las cosas mas básicas de nuestra vida como por ejemplo caminar o hablar, entre otras cosas, pero en esta parte de la vida nunca estamos solos, a nuestro lado encontramos a las personas que mas significan a lo largo de esta vida.

Dentro de la niñez y todo este proceso el cual es creecer me e dado cuenta de que encontramos importante un aspecto por el que cada ser humano que nace viene almundo a aprender a comunicarse y a desarrollarse como ser humano empezando a ser parte del lenguaje; cuando un niño nace empieza a crecer culturalmente en el lenguaje ya que desde su nacimiento se identifica por medio de un nombre y un apellido y su registro es lo que lo hace un ciudadano lo demás será adquirido según el ambiente en el que el niño se desarrolle y lo defina dentro la comunidad

Aun recuerdo aquellas anécdotas que me han marcado, y que lo seguirán haciendo por el resto de mi vida. Esta estrofa me identifica, ya que con esta recuerdo como eran mis días de niñez. Recuerdos como el de mi prima y yo jugando, como los niños que éramos, a la “gallinita ciega“ en el cual yo tenia la venda puesta sobre mis ojos, con el fin de encontrar a mi prima, lamentablemente era un niño muy torpe, tanto así que con el afán de poder encontrar a mi prima la confundí con la orilla de la estufa, debido a este incidente resulte con innumerables perdidas dentales, y mucho dolor, pero sin duda es un recuerdo que nunca olvidare.

O mis sueños sobre conducir rápidamente los autos, como se muestra en las películas, y tanta era mi afición que recuerdo haber subido al auto de mi madre y me imaginaba como uno de esos actores, pero sin querer fui a parar a la reja de una casa, y ese fue el fin de mi actuación. Las múltiples caídas desde lo alto del camarote, por lo que de niño tenia muchos moretones y heridas, como se supone que debe de ser un niño. El hecho de que mi madre se sobre preocupara por mi, diciéndome que no fuese a jugar en la calle y sobornándome con comida para quedarme en la casa, eran buenos momentos.

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