La Periferia De La Identidad Personal
Enviado por LuceroA7x1 • 27 de Octubre de 2014 • 6.742 Palabras (27 Páginas) • 4.839 Visitas
La Periferia de la Identidad Personal
1.1.1. El Status
a) La identificación con el nombre puede ser muy fuerte, al grado de que algunas personas no toleran el cambio alguno o bromas en ese aspecto.
El análisis transaccional ha descrito este oculto poder del nombre personal con resultados sumamente esclarecedores. Sin embargo, ni el nombre ni el apodo constituyen la identidad más íntima de la persona.
b) Mucha gente está orgullosa de sus parentescos. La identificación con una figura paterna o materna es un proceso normal en el desarrollo del niño. La deficiencia acontece cuando ese niño no logra deshacerse de dicha identificación en etapas ulteriores de su evolución.
Asimismo, el fenómeno de “simbiosis” con sus padres, con otro pariente o con su mismo cónyuge le puede dar la ilusión de complementación, armonía y felicidad, cuando lo que está sucediendo en e fondo es un desarrollo desequilibrado por no saber funcionar con las cualidades que pertenecen al otro de una pareja simbiótica.
c) El título en sí es un mero símbolo. Lo importante, desde luego, es lo simbolizado, que es una serie de realizaciones de orden académico. Cuando el aprendizaje avalado por un título ha sido un aprendizaje significativo, entonces el núcleo de identidad personal queda tocado muy de cerca.
El status así adquirido, artificial y ególatra, produce una especial satisfacción a los nuevos marqueses y condes. Puede juzgarse si acaso estos títulos constituyen al núcleo de identidad personal.
d) La riqueza y, en general, las propiedades, suelen formar parte del status. Dada su eficacia y su objetividad tan claramente destacable, los bienes económicos se han convertido en la meta final de muchas personas.
Todo esto sin que los bienes económicos lleguen a instalarse cono núcleo o esencia de la propia identidad.
Podemos, pues, describir el status como el conjunto de cualidades que se reconocen en una persona y que le confieren un especial valor a la sociedad en que vive.
Dado que el status es una fuente de aprecio y de reconocimiento, la gente suele estar ansiosa por adquirir un mayor status, lo cual puede ser completamente sano, siempre y cuando no se altere una correcta jerarquía de valores y no se despoje al núcleo de identidad personal en sus derechos.
1.1.2. Las Funciones Desempeñadas
a) La ocupación estable de una persona le da ciertas características que luego tiende a defender como algo muy propio y personal.
Suele presentarse, a este respecto, el problema del cambio de identidad de una profesión.
Igual que en los aspectos anteriores: también aquí podemos hacer notar que un cambio de profesión o de énfasis en las características de su profesión, también puede ser tolerado por una persona.
b) Un cargo especial en esta institución, también pueden constituir una características especialmente preferida que se llega a instalar en el núcleo de una persona como si fuera su esencia más íntima.
Esta sustitución del núcleo de identidad personal puede llegar a ser un verdadero rebajamiento de la calidad de persona de un jefe. La consecuencia es lógica, el trato interpersonal se convierte en un trato puramente funcional, que deja a un lado las necesidades más íntimas de esas personas.
1.1.3. Ideas, Principios y Valores.
Existen algunas personas que llegan a identificarse con sus ideas, sus principios y sus valores. El descubrimiento de un valor supone una profundización y maduración de la propia persona.
Ni los conocimientos ni los valores constituyen lo más íntimo y profundo de una persona.
Comprendemos a aquella persona que sufre cuando constata que sus más apreciables ideas y valores son pisoteados y sobajados por otros. Sufre como si ella misma fuera el objeto de ese rebajamiento.
1.1.4 Rasgos Psicológicos
El automatismo que se ha formado a través del tiempo, de tal manera que respondemos de un cierto modo más o menos fijo y previsible. Podemos considerar otros mecanismos en la conducta que están más profundamente arraigados y que tienen su origen en una serie de manipulaciones inconscientes que tuvieron lugar durante la infancia. Podemos detectar algunos rasgos que se llaman de carácter o temperamento con los que es muy frecuente la propia identificación, como si no pudieran cambiarse o modificarse. Trataremos el auto-concepto, como uno de esos rasgos que más nos afectan a lo largo de la vida: veremos que también en este caso no hay tal identidad con el núcleo más íntimo de la persona. Estudiaremos el inconsciente como uno de esos rasgos que parecen dominar nuestra conducta, como si fuera el fondo más propio de la persona.
a) Mecanismos en la respuesta. Ante un mismo estímulo, diversas personas responden de modo diferente. Por tanto, cuando una persona trata de justificar su modo de reaccionar ante un estímulo diciendo que “así es él”, podemos comprender que tan sólo se trata de un mecanismo de respuesta.
De hecho, el cambio de estructura en las respuestas que emite una persona ante determinados estudios es un proceso real de aprendizaje. Estos cambios son reales, y por tanto, demuestran que el “así soy yo” expresa una identificación de la persona como algo que en realidad no es él.
b) Condicionamientos inconscientes. Se trata de una automatización de respuestas, sólo que ahora el aprendizaje ha sido completamente inconsciente, posiblemente desde la primera infancia, y por tanto, se arraiga con mucha mayor fuerza al organismo.
Para nuestro enfoque antropológico, lo que interesa es, de nuevo, la distinción de este mecanismo como algo diferente al constitutivo personal, a pesar de la creencia tan generalizada de que esas “programaciones” son inseparables de nuestro yo.
c) Carácter y temperamento. Es frecuente la identificación de uno mismo con el propio carácter o temperamento.
Dado que muchos de los rasgos temperamentales están controlados por el funcionamiento hormonal y actualmente es posible conseguir un considerable cambio en dicho funcionamiento. El temperamento es, similarmente a lo que decíamos respecto de los condicionamientos adquiridos, una serie de características.
Por otro lado, el carácter suele distinguirse como una serie de rasgos permanentes.
d) El auto concepto. Aquí tocaremos este asunto más bien en lo que se refiere a su relación con el núcleo de identidad personal, todo lo cual conducirá a conclusiones de orden formativo sumamente ilustrativas acerca de lo que es el ser humano.
Una de las más importantes propiedades del auto concepto es su poder tan fuerte sobre la voluntad y las tendencias del mismo sujeto. Se trata de un conjunto de creencias.
El término alineación alude al despojo que
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