Identidad Personal
Enviado por brother • 11 de Julio de 2012 • 4.738 Palabras (19 Páginas) • 1.885 Visitas
5. EL NÚCLEO DE IDENTIDAD PERSONAL
En este primer capítulo describiré el núcleo de identidad personal, es decir, aquello
que, desde el fondo de nuestra personalidad, posibilita todos los aspectos conocidos como
fenómeno humano.
El núcleo de identidad personal (NIP), por un lado, es la respuesta ante la pregunta:
¿Quién soy yo? ; y, por otro lado, constituye la base sobre la cual descansa todo nuestro
modo de ser, nuestro pensamiento y nuestra conducta, o sea, todo aquello que captamos
como fruto o producto de nuestro yo.
El núcleo de identidad personal es, pues, el ser más íntimo que cada uno es. Estudiar el ser
humano en cuanto tal es estudiar al núcleo de identidad personal. Si queremos hablar
concierta precisión, éste no se posee, sino que simplemente es, y de él surge todo cuanto
somos y poseemos.
Sin embargo, antes de describirlo directamente, es conveniente referirse a los
estratos superficiales de nuestra persona, con el objeto de contrastar y aclarar el constitutivo
central del ser humano. En segundo lugar, explicaré algunas experiencias que conducen
directamente al núcleo de identidad personal. Sólo hasta un tercer lugar podré detallarlo.
Por fin, en cuarto lugar, indicaré algunos enfoques típicos que se han utilizado para
distinguir este núcleo con respecto a otras características de la persona.
5.1 LA PERIFERIA DE LA IDENTIDAD PERSONAL
Antes de explicar en qué consiste propiamente el núcleo de identidad personal
(NIP), me parece conveniente detenerme en algunos aspectos periféricos que suelen
considerarse como integrantes de la propia identidad y que, en algunas ocasiones, ocupan
un lugar preponderante en la vida de la persona, como si fueran el más íntimo núcleo de su
propia identidad.
Por mi parte, pienso que estos aspectos que voy a describir a continuación forman
parte de la identidad de una persona, pero no constituyen, de ninguna manera, el núcleo
más auténtico del ser personal. En la medida en que un sujeto logra captar esos aspectos, no
como algo desechable o despreciable, sino como valores intermedios que pueden conducir
a un centro más íntimo de la
propia identidad, la vida de esa persona se realizará en niveles más valiosos,
productivos, auténticos y, por ende, más alegremente felices.
El siguiente esquema muestra en forma sencilla la idea que acabo de explicar. Vivir
en la periferia, sin descubrir ese núcleo de identidad personal, significa existir en forma
inauténtica, vivir alienado o separado de la raíz más propia de nuestro ser.
NIP
Periferia
De antemano hay que advertir al lector acerca de la terrible dificultad práctica que
puede asaltar a una persona, en un momento dado, para asumir su verdadero núcleo de
identidad, al tener que constatar algún aspecto que durante años había considerado como lo
más íntimo de su ser. Las crisis que afectan a la vida humana en todas sus etapas,
constituyen los ejemplos más palpables de esta extraña situación del hombre, aferrado a
roles, circunstancias, valores, cualidades y pertenencias que tan sólo forman parte de su
periferia, pero con él suficiente poder para ocultar el verdadero núcleo de identidad
personal. Se podría decir que la vida de muchas personas ha consistido en una inadecuada
defensa de estos estratos superficiales, con el consiguiente déficit de vida auténtica, dado
que ha faltado el cultivo explícito y consciente del núcleo verdadero. Desde el punto de
vista de una Antropología filosófica, este fenómeno de ineficiencia, puede ser estudiado
bajo el rubro de "alienación".
Sin pretender agotar esos aspectos que constituyen la periferia de la identidad
personal, podemos describir algunos de ellos.
5.1.1. El status
a) Ante la pregunta ¿Quién eres?, la mayor parte de la gente responde con su
nombre o apodo. La identificación con el nombre puede ser muy fuerte, al grado de que
algunas personas no toleran cambio alguno o bromas en ese aspecto. En ciertos casos, el
nombre, y lo que le significa a su poseedor, puede explicar la conducta que suele llevar.
El Análisis Transaccional ha descrito este oculto poder del nombre personal con
resultados sumamente esclarecedores. Sin embargo, ni el nombre ni el apodo constituyen la
identidad más íntima de una persona. De hecho, el cambio de nombre o apodo puede
afectar fuertemente el carácter de una persona; pero, aun en estos casos, el sujeto sigue
teniendo conciencia de sí mismo como el sujeto que poseía antes otro nombre.
b) Mucha gente está muy orgullosa de sus parentescos. Fulano se presenta como el
hijo del presidente o el sobrino del ministro. La identificación con una figura paterna o
materna es un proceso normal en el desarrollo del niño. La deficiencia acontece cuando ese
niño no logra deshacerse de dicha identificación en etapas ulteriores de su evolución.
Asimismo, el fenómeno de "simbiosis" con sus padres, con otro pariente o con su
mismo cónyuge le puede dar la ilusión de complementación, armonía y felicidad, cuando lo
que está sucediendo en el fondo es un desarrollo desequilibrado por no saber funcionar con
las cualidades que pertenecen al otro de la pareja simbiótica. Por otro lado, un niño
adoptado en una familia desde pequeño, requerirá una especial preparación para recibir la
noticia de que en realidad no es hijo de sus padres putativos.
Con esto se muestra que el parentesco también forma parte de nuestra identidad
personal y que, en algunos casos, es difícil desprenderse de estos lazos. Sin embargo, el
sujeto es capaz de sobrevivir cuando, perdida su tabla de salvación, logra tocar un fondo
más sólido, estable y gozoso, como es el auténtico núcleo de identidad personal, que luego
será descrito.
c) Mucho se ha criticado el afán de poseer títulos y diplomas. Sin embargo, se puede
hacer una distinción. Un título conseguido por esfuerzo auténtico en el campo del trabajo
intelectual, de tal modo que expresa los resultados y objetivos conseguidos, parece un valor
genuino y cae fuera de la crítica general contra los títulos. En cambio, los títulos
comprados, que no avalan ningún logro académico, sino que se han conseguido por amistad
o por deficiencia de la institución que lo expide, son efectivamente vituperables.
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