La Verdad En Maquiavelo

LA VERDAD EN MAQUIAVELO.

Maquiavelo tiene la verdad en alta estima, pero la desecha en cuanto a su pensamiento político. Esto es porque piensa que el buen príncipe, actualmente el buen político, no debe llevar la verdad consigo. Esto no significa ni mucho menos que deba utilizar la mentira ni ser engañoso, cosa que Maquiavelo considera igual de ineficaz que la verdad, si no que tiene que saber maquillar la realidad, es el arte del disimulo, del aparentar. Es decir, el último objetivo del príncipe consiste en, tras haber conseguido un reinado o haber ascendido al principado, conservarlo. Para conservarlo tiene que ser amado por su pueblo y a la vez temido, y para ello necesita aparentar y disimular, en el sentido en que lo explica el autor1.

Bajo mi punto de vista, la reflexión sobre la verdad que hace el autor es muy interesante, puesto que verdaderamente es lo que vemos hoy día, aunque sin saber llevarlo a cabo. Un político no puede decir siempre la verdad, aunque tampoco utilizar siempre la mentira. Debe saber apañárselas para que su verdad aparezca maquillada y convezca siempre al individuo o grupo de personas a quien quiere persuadir de algo. Quizás esa es la palabra más acertada, la persuasión. El buen príncipe tiene que saber conquistar y persuadir al público que le interesa. Eso es un arte que algunos poseen y otros no, y que por tanto, es una característica del buen príncipe, del príncipe que consigue mantener su reinado sin problemas. Por ello quiero aplicar el tema de la mentira de Maquiavelo utilizando la oratoria.

Ante todo hay un punto que creo que es importante que quede claro. El buen político debe mentir o disimular la verdad, como hemos establecido anteriormente, pero siempre buscando como finalidad de este disimulo un bien común para la mayoría de las personas de su reinado. Nunca un buen político debe mentir sin ninguna razón de bien mayoritario ni buscando beneficio en sus propios intereses, puesto que entonces no conservará su reinado puesto que será un mal príncipe. El buen político debe saber mentir en tanto que es sabio y busca de cualquier forma lo mejor para su pueblo. Así pues, por ejemplo, debe mentir a los pequeños grupos si así sabe que conseguirá el bien para un mayor número de personas. En otros casos, por ejemplo, el político debe no ser absolutamente sincero en cuanto a ciertas cuestiones con

países extranjeros para conseguir que estos países beneficien al suyo propio. En este sentido el político sí que miente claramente en algunos casos, pero lo hace por un bien común, por un bien que es de sus intereses en cuanto a que es gobernador y ama a sus gobernados, y por tanto, procura lo mejor para ellos. Una buena frase para explicar todo lo anteriormente dicho es: "cada uno ve lo que pareces, pero pocos palpan lo que eres"2. Esto es, que las personas basan sus prejuicios precisamente en lo que ven de ti, pero no en lo que realmente saben de ti porque no saben nada, simplemente ven, piensan, escuchan y sobretodo intuyen, pero nunca conocen dentro de ti. Esto es una ventaja en cuanto a la mentira del político, puesto que lo único que tiene que hacer es simular ser la persona que sus gobernados quieren que sea. Y para ello Maquiavelo también expone una serie de reglas, entre las cuales afirma que la más importante es estar rodeado de unos buenos ministros, eficaces, fieles y capacitados para desempeñar sus cargos.

1.-El príncipe. Nicolás Maquiavelo.

2.-www.elrincondelvago.com

Maquiavelo es reconocido como uno de los autores más malos de la historia. Para la mayor parte del mundo un autor político que describe el mundo de manera horrible y por su mala reputación, la sociedad lo encasilla como pensador político. Este, explica que la mejor

manera de ganar una guerra es engañando al enemigo. La guerra se basa en eso porque las

relaciones políticas deberían basarse en el amor, la honradez, etc, pero esas cosas verdaderamente no existen.

El príncipe vive una situación de tragedia porque le gustaría ser bueno, no deshacerse de la gente que no le interesa, no robar etc, pero tiene que hacerlo, puesto que si es buena persona, esto va en contra del provecho de su país3.

Me centro ahora en el tema de la oratoria. "La oratoria nace en Sicilia y se desarrolla en Grecia, donde fue considerada como instrumento para alcanzar prestigio y poder político."4. La finalidad pura de la oratoria es persuadir. La persuasión al final consiste en hacer creer al otro que lo que dices o hablas sobre cualquier tema. Los cinco elementos básicos de la oratoria es el emisor, el receptor, el tema, el canal y el objetivo del mensaje, básicamente como en cualquier sistema de comunicación. Bajo mi punto de vista lo más importante es el canal, mediante el cual tienes que obligar al receptor a creer en el tema; aunque las fuentes en las que me baso no lo especifiquen así. La misión del orador no es informar a sus oyentes si no hacer que cambien sus ideas y motivar a que la gente actúe de lado de su postura. Un buen ejemplo de esto son las campañas electorales. En sus discursos los políticos intentan convencer a la población de que su postura y sus propósitos son los más acertados para recibir el mayor número de votos y poder gobernar. El problema de estos es que la mayoría de las veces prometen cosas que luego no cumplen porque buscan su propio beneficio, y aunque es un tema que tiene cabida en este trabajo prefiero no entrar en ello porque es un tema del que no tengo fundamento alguno, solo creencias. Volviendo al tema de la oratoria, me gustaría citar los nombres de varios oradores griegos relevantes, como son Lisias, cuyos textos la mayoría pertenecen al subgénero judicial, Isócrates, que se dedicó a escribir discursos judiciales y enseñanza de la retórica, o Demóstenes.

Demóstenes fue el orador griego más importante de todos, comenzó como lológrafo, que eran las personas que escribían discursos para otras personas, aunque continuo en el mundo de la política. Sus obras más importantes son "Filípicas" o "Discurso de la corona".

Llevando el tema de la verdad a la actualidad, es muy propicio hablar de él, ya que nos encontramos en un momento difícil para nuestro páis. Nos encontramos en una situación de crisis económica insostenible, que ha llevado esta hacia una crisis social y política aún peor. Los políticos y la sociedad ya no se entienden, y la culpa de esto recae sobre los políticos.

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