La condición humana hannah arendt

La condición humana hannah arendt

La pluralidad humana es la básica condición tanto de la acción como del discurso. En el hombre la alteridad que comparte con todo lo que es, y la distinción que comparte con todo ser vivo, se convierte en unicidad, y la pluralidad humana es paradójicamente pluralidad de los seres vivos.

El discurso y la acción revelan esta única cualidad de ser distinto, “una vida sin acción ni discurso – y esta es la única forma de vida que en conciencia ha renunciado a toda apariencia y vanidad en el sentido bíblico de la palabra- esta literalmente muerta para el mundo; ha dejado de ser una vida humana porque ya no la viven los hombres” (pg201). La acción como comienzo corresponde al hecho de nacer, y el discurso corresponde al hecho de la distinción y es la realización de la condición humana de la pluralidad, es decir de vivir como ser distinto y único entre iguales. Las historias que resultan de la acción y el discurso, revelan un agente, alguien que la comenzó y es su protagonista pero no su autor, ya que para poder conocer la historia en su totalidad se necesita de un tercero que lo ha de observar de principio a fin, nadie puede llamarse eudaimon antes de su muerte.

La acción y el discurso están en contacto directo con el mundo, lo están con el trama de las palabras y los actos de otros hombres, nunca es posible en aislamiento ya que estos necesitan de la presencia de otros para validar sus actos, se puede tomar como ejemplo planteado en el texto el de un gobernante, el cual pierde su función al encontrarse aislado ya que este no podrá dar órdenes ni ejecutarlas, ya que se encuentra aislado y de alguna manera su función y su propia vida pierden sentido alguno .

Cuando los hombres se agrupan por el discurso y la acción se da el espacio de aparición, que precede a toda formal constitución de la esfera pública y de las varias formas de gobierno,  el poder es lo que mantiene la existencia de la esfera pública y su único factor indispensable es el vivir unido del pueblo. El poder es potencial pero no puede materializarse plenamente ya que el poder surge entre los hombres cuando actúan juntos y cuando se dispersan desaparece y al igual que la acción es ilimitado y puede dividirse sin aminorarlo. El poder es la fuerza e inteligencia, por eso está claro que “el poder de unos pocos puede ser mayor que el de muchos (la historia de David y Goliat)” (p223) y aunque la violencia puede destruir el poder, nuca puede sustituirlo ya que esta implica la destrucción de la pluralidad. Uno de los más significativos descubrimientos de MONTESQUIEU trata sobre la tiranía como forma de gobierno invalida, ya que hay un asilamiento del tirano respecto a sus súbditos y de estos entre si debido al mutuo temor y sospecha (p225). Con esto también se tiene presente que sin el poder, se desvanece el espacio de aparición tan rápido como los actos y las palabras vivas, también son imprescindibles; la acción para hacer entrar en el mundo el nuevo comienzo por el hecho de nacer y el discurso para materializar y conmemorar, y al mismo tiempo no hay memoria sin la permanencia del artificio humano. La acción y el discurso no persiguen un fin (telos), sino que yace en la propia actividad que por lo tanto se convierte en entelecheia, y el trabajo no es lo que sigue y extingue el proceso, sino que está metido en él; la realización es él trabajó, es energeia y sus medios para lograrlo son las virtudes (aretai) que por si son realidades, por esto se puede decir que los medios para lograr el fin son el propio fin.( p229).

En el espacio de aparición se da una realidad que nos es común a todos, este preside del sentido común donde reconocemos a los otros y los otros nos reconocen, de este reconocimiento se da el deseo de trascender (homo faber) y no de simplemente laborar ( animal laborans). En la época moderna se definió al hombre cono homo faber, fabricante de utensilios y productor de cosas y también se habló sobre poder comenzar a gobernar (archein) sin llevar acabo la actuación ( prattein) (según platon p 243), el deseo platónico de sustituir el hacer por el actuar con el fin de conceder a la esfera de los asuntos humanos la solidez inherente al trabajo y a la fabricación se hace más aparente donde toca la esencia de su filosofía, la doctrina de las ideas. De modo similar, el intento de eliminar la acción debido a su inseguridad y con el fin de salvar los asuntos hermanos de su fragilidad al tratarlos como si pudiesen ser los productos de la fabricación humana , que ha dado como resultado dirigir la capacidad humana para la acción, para comenzar nuevos y espontáneos procesos. La fuerza del proceso de la acción nunca se agota en un acto individual, sino que, por el contrario crece al tiempo que se multiplican sus consecuencias; lo que perdura en la esfera de los asuntos humanos son estos procesos ( p253).

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