La flexibilización encubierta (o la flexibilización silenciosa)
Enviado por Floresta Fiesta • 31 de Mayo de 2017 • Trabajo • 1.014 Palabras (5 Páginas) • 165 Visitas
La flexibilización encubierta (o la flexibilización silenciosa)
Flexbilización laboral: política de estado consistente en disminuir derechos laborales y obligaciones patronales, so pretexto de aumentar el porcentaje de población empleada a costa de una mayor inseguridad laboral y una transferencia de recursos desde el salario hacia las arcas patronales.
"La paritaria, habiéndose fijado el mínimo, corresponde a cada gobernador. Cada gobernador tiene que decidir cuál es su acuerdo salarial” Estableció Mauricio Macri desde conferencia de prensa, ratificando la postura de no convocar a una paritaria nacional docente y desoyendo una vez más el reclamo de los y las trabajadoras, fallos de la justicia e incumpliendo con el artículo 10 de la ley 26075 de Financiamiento Educativo. Si bien Mauricio Macri habla de un piso fijado –sin detallar el número- el reclamo se sostiene por la rigidez del techo.
El flamante gobierno macrista debutó con una batería de medidas económicas signadas por un fuerte ajuste hacia la clase trabajadora y un guiño político y económico hacia los empresarios, las grandes multinacionales y los grandes acreedores de deuda. Esto se tradujo en una caída del consumo por parte de las familias, un deterioro en la producción y un alza en todos los niveles de precios. Para 2016, según las mediciones del nuevo Índice de Precios al Consumidor (IPC) del flamante INDEC, la inflación fue de 40,3% respecto al año anterior, lo que se traduce en una caída de por lo menos 8 puntos sobre el salario docente respecto a la paritaria de ese año. Por su parte, el Estimador Mensual Industrial (EMI) consideró que la caída de la industria en ese año alcanzó un acumulado del 4,6%. La situación económica cayó inexorablemente en el escenario más temido por cualquier gobierno –y más aún por aquellos que persiguen el sueño neoliberal-: la estanflación, estancamiento económico (o recesión) más inflación
Las jugadas externas para el crecimiento económico vienen fallando: el primer mini-davos solo trajo promesas; la soja, siendo fines del mes de abril, continúa con un gran retraso en su cosecha y una caída en los precios internacionales; y el segundo mini-davos, inaugurado en el fulgor de protestas sociales, presos políticos, represión, paros y movilizaciones, parece ser solo una ilusión. El mar de inversiones extranjeras fue solo una lágrima y, a pesar de las excusas ensayadas, llegando a guiñarle un ojo a la justicia haciendo culpable a la libertad de ex funcionarios, desde el gobierno conocen muy bien los pedidos de los inversores extranjeros.
El recetario de medidas neoliberales para eludir una estanflación tiene una advertencia muy clara: no es posible reactivar la economía sin que se desbarajusten los precios, así como no es posible contener la inflación sin afectar la actividad económica. En este dilema económico y político, la apuesta más jugosa está en reactivar la economía desdelo político, y controlar la inflación desde lo mediático. En las recetas para reactivar la economía, hay un capítulo especial dedicado a la flexbilización laboral.
En síntesis, flexibilizar el mercado laboral significa quitar derechos elementales de los trabajadores, como la no disminución del salario y las horas trabajadas, los contratos colectivos de trabajo discutidos desde sindicatos, el preaviso, las indemnizaciones, los contratos por tiempo determinado y pase a planta. La receta justifica que flexibilizando el mercado laboral, habrá más incentivos para que los empresarios contraten mano de obra, dado que en momentos de crisis podrán deponer de ella sin grandes pérdidas. A su vez, la flexiblización de los salarios permitirá aumentar el margen de ganancia que asentirá que estás se conviertan en inversión para así crear nuevos puestos de trabajo. Así se llegaría a un supuesto nivel de empleo mayor con un crecimiento en la economía.
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