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“La inteligencia no es sólo el cociente intelectual: Las inteligencias múltiples como propuesta ante una concepción limitada del intelecto”


Enviado por   •  19 de Abril de 2016  •  Apuntes  •  3.798 Palabras (16 Páginas)  •  369 Visitas

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE QUERÉTARO

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

“La inteligencia no es sólo el cociente intelectual: Las inteligencias múltiples como propuesta ante una concepción limitada del intelecto”

Liliana Sánchez Zepeda

Segundo semestre

Grupo 11

Historia general de la psicología

Prof. Roberto Riveroll Romero

Lunes 30 de noviembre de 2015

«Todos somos genios. Pero si juzgas a un pez por su habilidad de trepar árboles, vivirá toda su vida pensando que es un inútil»

(Kelly, 2004)

 La concepción de una persona inteligente es algo que ha acompañado al ser humano durante mucho tiempo, a lo largo de la historia y con diferencias en las distintas culturas, las dimensiones atribuidas a dicho ideal han fluctuado de manera importante.

La inteligencia ha sido definida de distintas maneras, algunos hablan de ella como la capacidad de entender o comprender el entorno en el que ocurre el desarrollo de las personas, otros cuantos argumentaran que se trata de la capacidad mental de enfrentar problemas a partir de la comprensión de los mismos, sin embargo, todos acordaran que es un factor de suma importancia en el psiquismo humano.

En la actualidad, esta noción sigue siendo de gran importancia en el discurso social, se valora altamente la inteligencia y la considera un factor decisivo para los logros educativos, el éxito en el trabajo y para el desarrollo socioeconómico de los pueblos” (Ardila, 2011: 97-103), e incluso, gracias a la globalización, la persona inteligente está sometida a cánones cada vez más universalizados, de tal suerte que toda persona, sin importar su contexto histórico, social o cultural, es medida con la misma escuadra.

Ante tal situación, lo mínimo que se puede hacer al respecto es cuestionarla; ¿en verdad se puede reducir al ser humano a un conjunto de características que lo definirán como una persona más o menos inteligente? En el presente ensayo se generará una crítica a dicha idea desde la mirada de la teoría de las inteligencias múltiples propuesta por Howard Gardner (1994), en apoyo de la idea de que el intelecto de una persona va más allá de lo que la sociedad propone como necesario para ser alguien exitoso.

Varias especulaciones se han hecho acerca de aquello que nos hace inteligentes, todo ello fue implícito en las distintas concepciones que las culturas antiguas tenían acerca del pensamiento y en dónde se localizaba este, toda noción de la inteligencia llevaba la marca de la época, lugar y cultura donde se desarrollaron. Prácticas como la frenología servían de ayuda para comprender distintos aspectos que pudiesen influir en el sujeto.  

También se ha mencionado ya la existencia de parámetros los cuales indicaran si una persona es inteligente o no, estos se han visto reflejados en distintas pruebas, de manera histórica, estas pruebas buscaban encontrar a las “mejores” personas para que desarrollasen alguna actividad en específico o para otorgarle cierto status. Pero no fue hasta finales del siglo XIX que estos aspectos trataron de llevarse a un campo más objetivo, la medición. Con los esfuerzos realizados por Wilhelm Wundt en Alemania y William James en los Estados Unidos por acercar un poco más a la psicología a un campo científico y a su consolidación como disciplina independiente de la filosofía y la fisiología, se abrió todo un nuevo camino de posibilidades a la investigación del psiquismo humano.

Francis Galton, inspirado por la ola de inquietudes que levantó la teoría de Charles Darwin y por el intento de acercarse a la ciencia de la psicología, que ya he mencionado, inició una recolección de datos con el fin de hacer una comparación sobre las capacidades intelectuales de distintas personas.

 Tiempo después, durante la primera década del siglo XX, en París, Albert Binet y su compañero Theodore Simon, a petición del gobierno francés, crean lo que sería considerado el primer test de inteligencia. Ante la llegada de distintas familias nuevas a París, y el aumento de problemas que los niños provenientes de dichas familias, y de algunas otras, empezaron a tener, motivó la idea de crear alguna forma de predecir quiénes tendrían  éxito escolar y quiénes no.

Con algunas modificaciones en tiempos posteriores hechas por el psicólogo Lewis Terman, nacería a la par el concepto de “cociente intelectual” (el cual se verá referido como CI), que es la relación existente entre la edad cronológica y la edad mental de un sujeto. Para obtener dicho dato, se realiza un test en el que se obtiene la edad mental, en seguida se dividirá esta cantidad entre la edad cronológica (en meses) y el resultado se multiplicará por 100.

Tras un trabajo estadístico, se definió que “Se considera un CI de 100 como estadísticamente normal, con una variación de 15 puntos: 100 ± 15 (o sea entre 85 y 115). La distribución de inteligencia en la población tiene la forma de curva normal o curva de Gauss (curva de campana) como muchas otras habilidades y características de las poblaciones. Una persona con menos de 85 de CI se considera subnormal y una persona con más de 115 se considera supranormal” (Ardila, 2011: 97-103).

A pesar de que este test era de bastante utilidad para tener en consideración distintas situaciones en los sistemas de educación de la ciudad de París, sin embargo, los resultados no reflejaban mucho acerca de cuán inteligente un individuo puede llegar a ser si se aplica fuera de ese contexto escolar.

Ante esta situación,  surgieron varias reformulaciones del test mental las cuales generaron diversos debates. Entre las diversas propuestas teníamos a Charles Spearman (1925), quien planteó la teoría bifactorial, en ella, explicaba que con base al CI, se podría deducir el  factor G, es decir, la inteligencia general en un sujeto, la cual se podría presentar en cualquier situación u ámbito. Después está el  factor S, un factor especial, que hace referencia a habilidades o aptitudes que podrán ser expresadas sólo en cierto tipo de situaciones, no de manera general.

Por otro lado tenemos la propuesta de Louis Thurstone (1935) que introduce “el modelo de los factores mentales primarios”, que esboza la idea de siete factores independientes los unos de los otros y los cuales son la base de un comportamiento inteligente, estos son el modelo espacial, de velocidad perceptual, facilidad numérica, significado verbal, memoria, fluidez verbal y razonamiento intuitivo. Después de haber reconocido estos factores, generó una prueba, la cual, debido a la diversidad de puntos que consideraba, se volvió una de las más populares para evaluar el intelecto en adultos.  

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