La moral inexistente en mi contexto social

La moral inexistente en mi contexto social

Introducción

     A lo largo de mi vida he llegado a experimentar distintas incongruencias en el modus vivendi de las personas que me rodean. La mayoría de ellos siempre buscan y analizan a las personas, buscando un error para juzgar la moral del individuo, sin importar que el propio juicio es una falta a la misma, ya que no son capaces de ver sus errores, pero sin escrúpulos juzgan a los demás desde una postura omnipotente.

“Olvida uno su falta después de haberla confesado a otro, pero normalmente el otro no la olvida.”

-F. Nietzsche.

     Esta postura no es una postura moral, al menos en el contexto moral en el que yo vivo, porque la moral que me han enseñado que es la misma de los que me rodean. basándose en el respeto, la “caballerosidad”, la igualdad de genero, el amor incondicional y la entrega al prójimo. A pesar de la ausencia de una plenitud moral nos damos el lujo de juzgar, sin medir las consecuencias de nuestros actos.

“Predicar la moral es cosa fácil; mucho más fácil que ajustar la vida a la moral que se predica”

-Arthur Schopenhauer.

Desarrollo

     Entonces me pregunto ¿Dónde está el respeto si al primer error se juzga impunemente sentenciando a la persona al peor de los castigos que desde mi punto de vista es “la etiqueta”? ¿Dónde esta esa moral que afirman tener cuando llaman a alguien “nerd”, “homosexual”, “flojo”, “tonto”, “loco” o hasta cosas peores por elecciones que este alguien ha decidido tomar? Lo que más me hace pensar que vivo en un mundo sin moral es que por más que escucho a la gente hablarme de esta, sigo viendo como se traicionan a sí mismos con su palabra, tomándola en cuenta solo cuando les es conveniente.

“También la moral es un asunto de tiempo”

-Gabriel García Márquez

     Es ahí donde me pregunto ¿qué importancia tiene una “serie de normas no escritas” si solo se cumplen en ciertos momentos y no siempre? ¿no deberían acaso ser seguidas siempre para un bien objetivo? ¿si no generan un bien objetivo, por qué son entonces indispensables y mucho peor aceptadas para y por la sociedad?

     Y en este momento puede surgir la pregunta ¿Acaso Emilio está loco? La verdad es que no, por lo que pondré una serie de ejemplos de doble moral que hace el común denominador de la población:

      Cuando a Pepe lo multan por no respetar la luz amarilla del semáforo y en lugar de disminuir su velocidad, acelera para poder alcanzar a pasar, decide darle una cantidad de $250 al oficial que lo ha multado. El oficial, fingiendo ser “comprensivo” con Pepe decide aceptar la cantidad para ahorrar problemas de ambos lados.

      Ahora bien, la historia se divide en dos, cuando Pepe llega a su casa con su madre, le cuenta lo sucedido y la madre no puede decirle nada ya que Pepe tiene 23 años y está por empezar una nueva vida con su novia, y considera que ya tiene la edad como para saber que eso está mal. Después de esto Pepe se queja de la corrupción en el gobierno. ¿Ilógico, no crees?

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