La mujer en filosofía

La inoperante.

“No es que no hayan existido mujeres que filosofaron, solo han preferido olvidarlas después de haberse apropiado de sus ideas.”

Umberto Eco.

A lo largo de la historia se ha visto siempre una perspectiva totalmente unilateral donde el hombre ha sido el ganador de cualquier ámbito: el rey, el esclavo, el soldado, el guerrero, el libertador, el semen (semilla de la vida), el hombre siendo el hombre, claramente superior. Queramos o no de alguna u otra manera el hombre ha sido la “clase privilegiada” de cualquier sociedad, aquellos “superiores” por naturaleza en cualquier ámbito: Fuerza, agilidad, poderío e inteligencia. Esta última idea aunque suene arcaica para la época es algo que sigue siendo argumento principal para las ideas machistas del hoy en día, se aclara que la mujer no tiene ni nunca voz y voto en ningún tipo de ámbito en el que quiera destacar fuera de sus tareas domésticas (o vistas desde una perspectiva patriarcal: sus tareas netamente naturales), en la filosofía se quiera o no esta idea ha sido apoyada inclusive por destacables figuras de este estudio.

Aristóteles, uno de los precursores del pensamiento respecto a la mujer como ser “inferior” toma la idea de que la única virtud real de la mujer es el silencio y la sumisión, como según el mismo Aristóteles la identidad del hombre es su status quo el valor de la mujer y su identidad e independencia propia es casi inexistente ya que tilda de la decisión de un hombre para la existencia de este discurso. También este toma como principal la idea de que la mujer es un hombre incompleto y por ende inservible, presentando clara inferioridad física, moral, racional y demás; “Parecen hombres, son casi hombres, pero son tan inferiores que ni siquiera son capaces de reproducir a las especie, quienes engendran los hijos son los varones.”

Aludiendo a lo anteriormente mencionado se toma uno de los puntos que este principal referente de pensamiento toma respecto a el tema; como el alma racional únicamente perteneciente al hombre le hace capaz de adquirir mayor sabiduría a través de la ciencia. ¿Pero es acaso esto un punto netamente real?

La mujer en el movimiento feminista como filosofía; una nueva perspectiva, bases e ideas.

No se puede negar que a lo largo de los años la mujer ha intentado que sus ideas sean tomada en serio, no es una idea netamente actual, de hecho es inclusive clásica, que esta sea tomada en cuenta es otra cosa. Durante toda esta lucha la principal argumentación de oposición es que la mujer no tiene la misma capacidad de razonamiento ni de habilidad de pensamiento a comparación de los hombres para la comprensión del mundo como debe ser (o cómo debe ser de acuerdo a la perspectiva única masculina). Aún así muchas acciones dejan claro que esto no es totalmente real y que las mujeres son mucho más de lo que un filósofo puede aclarar bajo su espectro.

En el movimiento de la mujer enfocándonos en el pensamiento filosófico no se puede dejar atrás que hubo un hombre con claro pensamiento distinto y bastante adelantado para su época, Poulain de la Barre (1647-1723) Por medio del texto “l'égalité des deux sexes” (1673) ó “La igualdad de los sexos.” remarca su idea de cómo el cerebro no tiene sexo y como funciona de igual manera sin importar el qué, por eso en uno de sus tratados, específicamente “de la educación” remarca la idea de una educación igualitaria tanto para hombres como para mujeres. En otro de sus tratados “de la igualdad de los dos sexos” toma en cuenta la erradicación del grave perjuicio que las mujeres viven fuertemente desde épocas antiguas, especialmente en los aspectos de la ciencia y teorías del conocimiento, aquel estigma debía ser erradicado y transformado. Y por último tratado la “excelencia de los hombres contra la igualdad de sexos” recordando como todo opinión sobre las mujeres debe ser sometida a sospecha, ya que estos son juez y a la vez parte del sometimiento.

Como se puede apreciar, el pensamiento pro-mujer empezó a desenredar un hilo gracias a un hombre ¿ironia? tal vez, pero no debemos fijarnos únicamente en eso, hay que recordar que en épocas antiguas (por ejemplo en la que de la Barre sacó aquel movimiento a flote) las mujeres eran sometidas al silencio y estas preferían callar o hablar bajo la capucha del anonimato; Aún así se entiende que el movimiento feminista es precisamente una lucha de y para la mujer.

El hecho de que un hombre haya empezado a tildar un hilo sobre el movimiento pro-mujer no quita que después de eso no existan mujeres que lo apoyen, todo lo contrario, este pensamiento y sus principales fuentes también fueron basados en pensamientos de mentes femeninas como lo es en una época cercana a la de de la Barre la aparición del pensamiento de Olympe de Gouges (1748-1793), esta mujer fue la que llegó a tomar la pregunta de ¿por qué únicamente los derechos aparecieron para los hombres? haciendo referencia a la aparición del marco de la declaración de los “derechos del hombre” después de la revolución francesa. De Gouges afirmaba que esta revolución (haciendo referencia a la revolución francesa) era incompleta, debido a que los únicos beneficiados de esta directamente fueron varones blancos, criollos y pocos mestizos con propiedades olvidando minorías como las mujeres, personas con bajos recursos y esclavos.

De aquí de acuerdo a este pensamiento De Gouges toma la declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana (Déclaration des Droits de la Femme et de la Citoyenne, 1791) y toma a la mujer en cuenta como parte de la revolución y de la sociedad como debía ser tomada en cuenta, de acuerdo a esto brindaba una idea de que para hacer valer los derechos de las mujeres era necesario cuestionar la naturalidad de la supremacía del valor sobre la mujer y la naturalidad de de esta exclusividad.

“Mujer, ¡despierta! La campana que toca la razón resuena por todo el universo; ¡reconoce tus derechos!”:

Olympe de Gouges.

Y así fue, las mujeres despertaron, reconocieron sus derechos y nació un nuevo movimiento; pero a pesar de todo, de sus derechos como ciudadanas iguales a los hombres, mujeres pensantes

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