La psicología de la soledad y su nuevo refugio

La psicología de la soledad y su nuevo refugio

La Soledad influye de manera negativa en la salud lo que puede llevar a malos hábitos. Tal como las redes sociales, según investigaciones incrementan la soledad al favorecer relaciones superficiales (no necesariamente reales). Algunos investigadores de Estados Unidos como Stacey Passalacqua, comentan que: “...La soledad daña la salud humana ya que propicia malos hábitos como: mayor consumo de medicamentos, automedicación, mayor nivel de estrés, la baja autoestima, la depresión, en un peor caso desde la obsesión hasta el suicidio...”

Además de los efectos nocivos de la soledad se pueden incrementar con el uso de redes sociales como Facebook, Aplicaciones que simulan una conversación, Twitter, etc. Aunque la Internet brinda la posibilidad de entrar en contacto con gente de todo el mundo, las redes sociales tienden a favorecer las “relaciones superficiales”. Aumentan los sentimientos de aislamiento, de irrealidad y de soledad (que muchas veces son una confusión).[pic 1]

“El mecanismo podría estar relacionado con la sensación de soledad que provocan la redes sociales”. (DePsicologia, 2010)

Es difícil establecer qué es una persona solitaria, ya que este perfil depende en parte de lo que cada persona considera qué es estar solo. Todo depende de cómo creer sentir un sentimiento de soledad, los estudios indican que la soledad en las redes sociales no influye en nuestra salud si mantenemos una relación estrecha con nuestros supuestos contactos. Algunos resultados establecen una relación entre la soledad y tener una mala salud. En aquella investigación se demostró que no todas las personas con mayor “apoyo social” tienen una mejor salud pues te lleva a sentir envidia, tristeza, indignación, etc. Hay varios factores que determinan la soledad, pero lo que más importa es una buena interacción social con los que nos rodean y entender que es “CALIDAD” de amistades más no “CANTIDAD”.

Ejemplo: La mayor cantidad de amigos en Facebook son 5000, lo que lleva a pensar que quien esa cantidad tiene cierta “popularidad” y que tiene muchos “amigos”, pero si hacemos una encuesta a esas personas con miles de amigos, resulta que: De cada 10 personas con tope de amigos, tan solo 1 conoce a todos ellos”. [pic 2]

La ausencia de familiares, la falta de interés en las etapas de la vida son importantes en la vida social, no siempre estar conectados a las redes sociales significa que tenemos a alguien al lado y que nos ayudará en nuestras dificultades diarias. El ser humano necesita comunicarse; desde el principio de la historia, existen muchos medios por el cual podemos comunicarnos, y nuestra primera “comunicación” es con la familia, la cual nos acompaña a lo largo de la vida, sin ello el único refugio seria las “relaciones superficiales”. En esta nueva era de comunicación moderna las redes sociales han propuesto una revolución de doble fin. Por un lado de la moneda vemos lo llamativas que pueden ser las redes sociales y las nuevas alternativas de comunicación que ofrecen a la humanidad, pero la otra cara de la moneda es la más compleja y dramática.
Las personas han perdido el hábito de relacionarse personalmente. Se refiere al hecho de favorecer el encuentro entre personas como forma de relación más real que la relación virtual a través de las redes sociales.
Una persona que tiene un círculo de amistades a lo largo de su vida es alguien normal, pero la influencia de las redes sociales introduce un estrés en las relaciones que nos hace pensar que si no tenemos más de 200 “me gusta” en “Facebook”, más de 100 “seguidores” en la cuenta de “Twitter” y más de 500 contactos en “Linked In” no somos nadie en el mundo. No valemos, no servimos, no somos interesantes para los demás. Las relaciones se convierten en ocasiones en violentas y superficiales hasta el punto de no poder optar como candidato. El hombre se ha quedado solo y ha encontrado en las redes sociales una forma de relación amical que maneja según su interés.
La relación humana a través de las redes sociales es el resultado y reflejo de una generación que no ha sido educada en los valores de las relaciones humanas, una generación marcada por la era de internet. Cuando avanzo la tecnología se creó una más estrecha relación entre las personas. Bastaron unos cuantos inventos para hacer cambiar la forma en la que se relacionan las personas hoy en día.
Hace varios años no saber manejar un PC (computadora) era sinónimo de analfabetismo para una gran parte de la humanidad en países desarrollados. Hoy no estar en las redes sociales es algo parecido. Las personas empiezan a sufrir esta presión desde muy temprana edad hoy en día en el colegio. Los compañeros de clase son los que presionan a los alumnos que no tienen una cuenta de Facebook o un gmail. Es una forma de exclusión social no valorada ni contemplada en los centros educativos pero presente en todos ellos.
El teléfono móvil ha dejado de ser una herramienta para hacer y recibir llamadas sin tener que estar en un punto fijo. Hoy el teléfono móvil es la herramienta que nos permite relacionarnos con los demás sin necesidad de verlos, ni siquiera de hablar con ellos. Basta un twit, un post, un mail, un whatsapp, un SMS… pero hablar se ha convertido en la última de las opciones porque no tenemos tiempo para eso y además es más difícil.
Las redes sociales están transformando poco a poco la sociedad y no se debe ignorar afirmar que tarde o temprano habrá muchas personas tumbadas en el sillón del psicólogo intentando superar su adicción a las redes sociales. Sencillamente no sabrán relacionarse fuera de ellas y, lo que hoy se percibe como una necesidad y valor personal/profesional, el día de mañana se convertirá en una enfermedad moderna para muchos, sobre todo aquellos que no valoren por encima de todo la relación personal con los demás.
Algo que se vuelve prioritario puede ser nocivo, al no tener la madurez suficiente como para percibir el riesgo que implican algunas de estas redes sociales, puede llegar a limites desconocidos, cada uno define los límites en su vida, si lo que interesa es una buena relación superficial jamás se experimentará una amistad verdadera.

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