La república de Platon

Este libro es una obra de las más influyentes de Platón.

Aquí Platón discute, cuál sería la Filosofía la organización del estado, de tal forma que fuera la ideal.

Este libro se terminó de escribir después de su primer viaje a Sicilia -cerca 370 a C-. Lo interesante que hace que Sócrates opine sobre su forma de educar a los hombres mientras instruye a los demás tertulianos. Es una de las obras que todo lector debiera leer.

El tema centra que trata la obra es la reflexión sobre la Justicia, que es el tema que lo lleva a Platón a abordar la organización de la ciudad a un estado ideal. Para Platón esta sociedad debe estar dividida en tres clases: la parte inferior, es la clase de trabajadores manuales, manufactureros; en la posición del medio o intermedia la clase de los guerreros, y en la clase superior o en la cúspide, la clase dirigente. Estos dirigentes deberán estar formados en la filosofía (platónica) en este nivel es la visión intelectual del Bien absoluto y el limite extremo del mundo inteligible.

El mismo Platón justifica la división de las clases separadas rígidamente con el argumento de que es imposible que un mismo hombre pueda desempeñar dos oficios a la vez.

Aquí cuestiona la poli griega clásica y los fundamentos de la democracia. Con lo que se opone al concepto de ciudadano.

Por eso es característico de nuestro estado que el zapatero sea solo zapatero y no a la vez timón, el labrador sea labrador y no a la vez juez, el guerrero, guerrero, y no comerciante y guerrero. De aquí es que deriva la justicia, pues según el mismo Platón esta consiste” en que cada uno haga lo que tenga que hacer”.

También es el estado el que regula las uniones sexuales entre varones y mujeres así asegurar, como se hace con la cría del ganado. Es decir, primero criar a los hijos de los primeros y no a los de los segundos, si se quiere que el rebaño no degenere. En cuanto a los hijos que hubieren nacido de uniones reguladas, los “de los mejores ciudadanos serán llevados al redil común y confiados para su cuidado. Que habitaran en lugares separados del resto de la ciudad. En cuanto a los hijos de los súbditos inferiores, lo mismo que respecto a los que nazcan con la deformidad o alguna enfermedad, se los ocultara, pues así es conveniente. De la educación de los niños aptos se encargará una institución del estado adoptándolo, así desaparece cualquier relación con los padres.

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