La republica de platon

La República de Platón (Macdonald, 1955), encontramos una frase, que resume puntos clave en esta obra de Platón, la cual es, “De la contemplación de las cosas divinas a las miserias de la vida humana” Platón sugiere que este es el viaje que un filósofo de emprender para liberar e imponer un orden, siendo lo anterior el camino de vuelta de un viaje anterior, que se denominó así “De las miserias de la vida humana a la contemplación de las cosas divinas”. Aunque en el contexto de La República de Platón esta frase puede o esta referenciada hacia al entrenamiento que el filósofo debe estar dispuesto a recibir para así lograr alcanzar la contemplación del “Bien absoluto”, se busca implicar algo desconocido por saber: la supremacía de las condiciones materiales en la vida de las personas sobre las ideas en cada período histórico. Se discutirá que son las primeras la base de las segundas, en ciertas palabras, que todas las condiciones materiales, y las relaciones que las personas establecen sobre ellas para posibilitar sus vidas, se traducen al mundo real ciertamente. Es bajo esta perspectiva que queremos aproximarnos también a los universales propuestos por Bertrand Russell (1954) quien, de forma interesante, se autodenomina materialista. Tal aproximación, considerada frente al idealismo platónico, la intención es retomar el imprescindible debate entre la concepción idealista y la materialista, pero a la luz de las ideas de Marx. Tratando de presentar argumentos de forma clara y coherente con el fin de construir una sinopsis que invite, precisamente, a la discusión.

Las miserias humanas: la cueva

La República está marcada con una visión pesimista de la sociedad, así como la ejecución de Sócrates, condujeron a Platón a que observe la decadencia a su alrededor y que la población ignoraba por completo, población que vivía lejos de la realidad y de la verdad, Platón presenta la ceguera, la opresión, la bajeza y la falsedad de las miserias humanas en la cual los humanos estaban sumergidos.

la observación y experimentación de tales miserias, unidas a la desesperación provocada por ellas, han llevado a las personas históricamente a pensar en otro tipo de sociedad, una sociedad digna de perseguir y de conservar, según Platón la única manera de alcanzar dicha sociedad es nombrando monarca al filósofo, mediante un proceso de elección, educación y entrenamiento y así lograr ver el mundo real, dominado por el bien supremo, saliendo de la cueva , para luego volver a la sociedad en decadencia y limpiarla, guiándola hacia una sociedad del “deber ser”

Esta sociedad no puede ser alcanzada a menos que las condiciones materiales para su existencia estén presentes. Como el proceso de educación del filósofo, lo que implica la presencia previa de condiciones materiales particulares. Más aún, la existencia continua del filósofo, como ser viviente, demanda de dichas condiciones: él tiene que alimentarse, que estar saludable, protegido, etc., y sin estas condiciones no se podría presentar ni filosofo ni república.

Algo interesante en platon es que, a pesar de no considerar dichas condiciones materiales, su actitud no se encuentra lejos de ser meramente contemplativa, es más bien una actitud activa. Su propuesta presenta un intento por transformar la sociedad, fue por esto que es y era alguien peligroso ya que su utopía de cambiar una sociedad al igual que su maestro Sócrates, condenado a muerte por la misma razón.

La ascensión al “mundo real”: la línea y los universales de Russell

Para salir de la cueva de Platón, el filósofo debe de escalar la línea que lo llevará desde el mundo de las apariencias hacia el mundo real de las formas. Para realizar tal empresa, este tiene que derrumbar estadios inferiores de la mente, como sueños y opiniones, y sustituirlos con estadios superiores que involucren reflexión, conocimiento e inteligencia. Este entrenamiento consiste en el desarrollo del pensamiento deductivo e inductivo y finalmente la capacidad de observación de las formas puras.

Russell en “los problemas de la filosofía “donde presenta una defensa del materialismo sobre el idealismo, señala que, aunque los desarrollos metafísicos de Platón son incorrectos, la lógica de su teoría es altamente valiosa. Pero es precisamente la abstracción platónica lo que Russell retoma con el fin de construir la definición de universal. Un universal, en oposición a un particular, es “cualquier cosa que pueda ser compartida por muchos particulares; Los universales de Russell, al igual que las ideas de Platón, son eternos, inmutables e indestructibles.  Russell nos proporciona ejemplos utilizando conceptos geométricos y espaciales, tales como triángulos y locaciones como “al norte de”. Afirma que, en el primer caso, es la relación de semejanza que cualquier triángulo comparte con otro lo que debe ser un verdadero universal; mientras que la parte de la superficie de la tierra que estas al norte de cualquier otra continuará existiendo “incluso si no hubieran seres humanos que conocen acerca de norte y sur, e incluso si no hubiese ninguna mente en todo el universo. Mientras que en este ensayo nos dice que, el sentido de la relación “al norte de” depende de la existencia de humanos porque no es la relación “al norte de” lo que subsiste sin ellos, sino únicamente la ubicación espacial. “Al norte de” existe solo si existen los humanos, y significa algo solo si ellos le dan sentido a través de su actividad productiva y creadora. Ejemplo Si los universales están referidos a los humanos, como el trabajo, esta actividad dejaría de funcionar y existir al momento que los humanos ya no existan más. “Distancia”, por otro lado, al igual que “espacio”, y especialmente “materia” y “movimiento”, son, en efecto, independientes de la existencia humana, pero carecen de significado y de realidad teórica sin ella.

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