La salvación a la educación del siglo xxi: una propuesta de Paulo Freire

LA SALVACIÓN DE LA EDUCACIÓN EN EL SIGLO XXI, UNA PROPUESTA DE PAULO FREIRE

Por Valentina Saenz.

Paulo Freire, principal representante de la pedagogía de la liberación como proceso de renovación de la condición social del individuo.

Con el pasar de los años, la necesidad de pensadores críticos en la sociedad ha aumentado. La sociedad necesita personas que, gracias a los constantes cambios que se viven, estén dispuestas a generar soluciones inmediatas, individuos que sean capaces de ver posibles cambios en cosas que todos ven como “perfectas”.

El elemento principal de la propuesta de Freire consiste en “ayudar al hombre, a ser hombre”, la educación tiene un papel significativo en la formación del hombre, por lo que esta dependería no solo de su entorno social.

 “Solo los educadores autoritarios niegan la solidaridad entre el acto de educar y el acto de ser educado por los educando” – Paulo Freire.

El fin de la educación liberadora es que por medio del proceso educativo se logre renovar el entorno y la condición social del individuo, logrando que el sujeto sea un ser pensante y crítico, capaz de reflexionar sobre su  realidad.

Actualmente, en países como Colombia, la educación se ve modificada según el estrato social, las clases bajas reciben una educación distinta de las clases altas. Las clases “dominantes” tienen a las clases bajas sometidas a una presión cultural, donde se les llama “clases inculturadas”, estas son las clases oprimidas. Pero ¿no resultaría una actitud ingenua, el esperar que las clases dominantes desarrollasen una forma de educación que permitiese a las clases oprimidas percibir las injusticias sociales de forma crítica?

“Cuando la educación no es liberadora, el sueño del oprimido será, siempre, ser opresor”. [pic 1]

Debemos ser conscientes de que la sociedad en la que vivimos posee una dinámica que conduce a la dominación de las masas, esto se ve reflejado en una pedagogía que responde a los intereses de las clases dominantes. Por lo tanto, los métodos con los cuales funciona esta pedagogía no pueden servir para la liberación de los oprimidos, tienen que ser estos mismos quienes se liberen no solo de la “ley del temor” impartida por los opresores, sino además, de la presión cultural a la que se han visto sometidos.

Para derrotar la presión cultural que se ve impuesta a las clases bajas, se precisa la unión por medio del dialogo ya que este es el “canal de liberación de la injusticia y la opresión” y además, representa una de las base del conocimiento. Freire postula que, una de las principales herramientas para la dominación, es el no-dialogo

Freire se refiere a la educación como “el proceso de formación política y ética, el camino de búsqueda de la belleza,  capacitación técnica y científica”. Freire comienza a elaborar su teoría pedagógica en la segunda mitad del siglo XX, en una América Latina que dependía económicamente de otros países, o como se le llamaba formalmente una América “subdesarrollada”. Fijémonos entonces, que a pesar del contexto social de la época de Freire, los intereses eran los mismos: lograr una educación que nos libere, que nos permita ser los autores de nuestro mundo, una educación en la que la lucha por el que tiene el poder no exista. Este modelo educativo podría representar el paso que necesitamos para “evolucionar”, para dejar de repetir la historia.

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