Llamarse a si mismo
Enviado por nicoleh11 • 28 de Agosto de 2018 • Documentos de Investigación • 520 Palabras (3 Páginas) • 118 Visitas
Llamarse a sí mismo
Esta experiencia la realicé alrededor de 15 minutos en mi habitación. Comencé diciendo mi nombre en voz baja y mientras pasaban los minutos mi intensidad de voz fue en aumento, en ese momento me visualizaba como si fuera mi mamá hablándome en un día normal, sin enojos, ni regaños; imitando su tono, ritmo y vibrato, por otro lado, yo sin contestar y solo ignorando mi llamado. Me sentí ignorada y a la vez tonta, era yo hablándome a mí, pero sin ser yo, siempre tratando de querer ser alguien más, pero aun siendo alguien más era ignorada.
Después de ese momento de visualizar a mi madre y olvide esa imagen, continúe con una voz más propia, un poco más fuerte; me sentía en un campo acostada en el pasto, sin nada más que la naturaleza a mi alrededor, completamente sola pero protegida, sin miedo. Supongo que estar sola es como mi capa protectora ante el mundo real, así no me lastiman.
En ese momento mi nombre dejo de tener sentido, como cuando repites una palabra muchas veces que cuando te das cuenta ya no sabes que estás diciendo, como si se hubiera perdido su significado, sentía que yo me observaba a mí misma, pero yo ya no era yo, mi nombre ya no era mi nombre entonces empezaron las interrogantes de ¿qué estoy haciendo? ¿qué estoy diciendo? ¿Por qué hay nombres para las cosas? ¿qué o quién es Nicole? ¿cómo surgió Nicole? ¿por qué existe? ¿quién puso el nombre Nicole?
Unos minutos después de experimentar esa sensación de desprendimiento mismo, incertidumbre y nerviosismo, decidí romper esa imagen la cuál había formado para tomar un tiempo relajándome y hacer 10 respiraciones, inhalando y exhalando, después continúe hablándome, con distintos tonos, cambiando mis expresiones, esta vez ya era más fuerte; mi nombre ya no me interrogaba tanto, tenía una sensación más agradable, sabiendo que era mi nombre, que era yo, y cuando ya me sentía más relajada y segura conteste ¡Sí! ¡ya voy!
Termine con la actividad riéndome recordando que mi papá detesta que le conteste ¡ya voy! Y siempre lo hago. De ahí me levante y me quede sentada reflexionando mi final, el hecho de que mi nombre ya no me interrogaba tanto porque sabía que era yo me molestaba, porque ¿quién soy yo? Y contestando ¡ya voy! ¿A dónde realmente es que voy? Hablándome pude ver que me gusta estar sola, pero me entristece estarlo, que me estuvieran hablando, buscando, esperando me gustaba en el proceso pensaba en algunas personas que anhelaba lo hicieran.
Analizando todo el proceso me doy cuenta de que, en mi realidad, mi yo real presente no sabe a dónde va. No tengo una personalidad definida, ni un camino definido, me da miedo tomar una decisión, solo me dejó llevar, hago lo que me gusta y tomo todas las opiniones y opciones de todas las personas que realmente me importan. Pero no tengo un destino definido donde llegar. Realmente no tengo una identidad propia. Creo que lo único que me mantiene siendo yo es mi nombre, que en cualquier momento puede dejar de tener sentido.
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