Los Habitantes En Relación Al Espacio

A partir de los textos leídos, se puede destacar como tema relevante la relación entre los habitantes y el lugar donde se habita. Por determinadas razones, ya sean voluntarias o no, los humanos estamos sometidos a diversas situaciones en las que nos toca convivir con un grupo de personas, estableciéndose dicha relación entre el habitante y el lugar habitado, y dándole significación a este para que pase de ser de una mera construcción a un hogar, teniendo en cuenta las diferentes maneras en que cada persona es dueña de habitarlo. La construcción no es lo mismo que la arquitectura, la diferencia se encuentra en que ésta es una construcción artística que cuenta equilibradamente con una utilidad, firmeza, belleza y significado, aunque no siempre se respete. El diseño urbano no solo depende del urbanista o diseñador, sino también de la experiencia y las prácticas urbanas, de la gente que lo habita y del uso que se le vaya a dar a la futura construcción, porque esta tendrá un significado y será destinada a alguien. Si el arquitecto no tiene la capacidad de observar dichos factores, entonces no puede ser eficaz.

Como puede verse en los textos, a medida que las personas que habitan un lugar le van dando significación al mismo, se produce una relación entre ellos. En el caso de la novela “Rascacielos” de J. Ballard, el autor describe la intranquilidad y el descontento de quienes habitan en estos grandes edificios, como si la estructura misma de estas sociedades vastas y cerradas fuera una de las imágenes más sombrías y terroríficas de las agresiones y perversiones de la civilización moderna. Estas construcciones están condicionadas por requisitos económicos y funcionales, que cada vez son más homogéneas e iguales entre sí y por eso van perdiendo sus propias características, esto es porque las ciudades actuales son básicamente de tránsito y le quita la identidad a los lugares, son un espacio meramente transitorio. Se puede observar que con el paso del tiempo, ante la sensación de encierro e insatisfacción, los modales de los habitantes se van deteriorando hasta el punto de comportarse como animales, atentando contra los demás habitantes del rascacielos y las comodidades que proporcionaba el inmueble. El edificio tenía un ritmo propio, siempre estaba en movimiento, lo cual era generado por una combinación entre insomnio y alcohol, que promovía la ausencia de sensibilidad y el distanciamiento de uno mismo. Pero a la vez producía un efecto paradójico: soledad y aislamiento. Situaciones similares se pueden observar en la película “El ángel exterminador” de Luis Buñuel, donde a pesar de ser personas que pertenecen a una alta sociedad, ante una situación límite de verse incapaces de salir de una casa, sacan lo peor de cada uno, llevando a expresar su fundamento más animal. En esas ocasiones donde las demandas del cuerpo se hacen sentir, la solidez espiritual y moral no tarda en desaparecer.

En contraposición, el texto de Primo Levi, quien fue víctima de los campos de concentración durante varios años, expresa la actitud del autor ante el encierro de una manera diferente. El campo era una gran máquina para convertir a las personas en animales, empezando por sacarles su identidad y sus pertenencias, buscaba de cada uno que lo habitaba sacar lo peor de ellos, y a pesar de esto Primo Levi optó por negar el consentimiento, es decir, negarse a ser tratado como un animal, luchar contra su propio cuerpo, y poder sobrevivir para contarlo. Esto lo demostraba con simples acciones propias de una persona, prácticas de la vida urbana, con la intención de querer seguir sintiéndose como un humano, de no perder la dignidad ni la limpieza. Aquellas cosas que nos hacen sentir seres humanos están relacionadas con la diferencia específica: la razón. El hecho de poder pensar, razonar, descubrir, investigar, poder demostrar nuestra inteligencia, nos hace distintos de las otras especies, pero no mejor. No hay ningún ser humano que no sea capaz de pensar o razonar.

En los lugares habitables pueden generarse grupos antagónicos, y esta rivalidad es la que potencia a las personas a sacar lo peor de ellos

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