Los fundamentos filosóficos de la Ética - Ramón Xirau

“Los fundamentos filosóficos de la Ética”

(Ramón Xirau – Introducción a la historia de la Filosofía).

Tomando como base su formación como Filósofo, Xirau, pretende mostrar el concepto de ética desde este punto de vista en particular por medio de la disciplina filosófica; nos muestra la eterna lucha y el interés del ser humano por trascenderse a sí mismo y a la sociedad de la cual forma parte, mediante el seguimiento de normas y parámetros de conductas, marcados como el “deber ser” que esta misma espera del individuo que la conforma.

Como tal, nos explica a través de la mirada de grandes filósofos y pensadores, que el objetivo base de la ética, es la moral y el como esta no crea su objeto de estudio, sino que limita sus esfuerzos en reflexionar sobre la misma. A partir de aquí, pretende llegar a entender, así como explicar, que la moral de carácter social del individuo o bien, la moral que un individuo actúa en su entorno social, es la que determina su conciencia moral de manera individual, ya que esto genera una pauta de comportamiento y lo lleva a modificar su proceder dentro de la misma.

Contrario a lo que se podría pensar, el hombre no sigue una norma moral por seguir un mandato, sino que estas pautas sociales generan en el individuo una serie de actos racionales que lo llevan a tomar y actuar decisiones en su comportamiento y este mismo elige si ser o no un ser moral y por lo tanto ético. Es así, como por medio de la Filosofía, el autor pretende explicar el desarrollo de la interacción social y como el ser humano pasó de regular sus acciones por medio de la fuerza hacia el razonamiento y el subsecuente desarrollo de su consciencia moral, esa voz interior que regía sus acciones y estas a su vez originarían las costumbres y tradiciones que nos dieron identidad como sociedad.

Hasta antes de llegar a este punto, el ser humano dentro de una sociedad, era prácticamente idéntico en su manera de pensar y de asimilar los hechos e interacciones sociales de su grupo. Esta gran limitante en cuanto al sistema de relaciones sociales, encontraría su camino al cambio bajo las ideas de estos pensadores a los que Xirau hace referencia, cuando el carácter moral del individuo tomaba forma y forjaba carácter al mismo bajo la tutela de las diferentes filosofías a las que se vio enfrentado, generándole así, dudas, preguntas y respuestas sobre su existencia, mismas que se encontrarían en las palabras de los grandes filósofos y su particular punto de vista, generando posteriormente su carácter e identidad moral y social, únicos y diferentes en cada individuo.

Es de esta forma, que la moral se consolida a sí misma como una reacción o mecanismo de regulación de conducta y acción de cada individuo dentro de una sociedad; donde fuerzas primitivas como la costumbre o la tradición no lograban marcar una definida limitante dentro de los parámetros de una sociedad en cuanto a lo que se esperaba de cada uno de sus miembros, la moral logra este fin gracias a su enfoque crítico y limites definidos. Comienza de tal manera a surgir el carácter ético de las acciones y la valoración del mismo dentro de los grupos sociales.

Es así como el punto de vista filosófico, de la espiritualidad que encierra y de las diferentes respuestas que puede brindar bajo sus ideas las diferentes corrientes filosóficas, forman un aliado y complemento de vital importancia para el hombre en su carrera por consolidarse como un ser moral, como un ser ético y parte funcional de la sociedad a la que pretende pertenecer y encajar, justo como se espera de el bajo los parámetros de la personalidad social de la misma.

Bajo diversos ejemplos, construcciones ideológicas e ideas caracterizadas por una gran espiritualidad, los filósofos pretenden generar en el hombre, la necesidad de convertirse a sí mismo en un ser moral, seguro de que a pesar de que las costumbres y tradiciones del grupo al que pertenece, este puede generar en sí mismo una idea de que es correcto y que no lo es, y de tal forma, optar por ser parte o no de estas mismas, no obstante, y aun pudiendo tener diferentes puntos de vista entre su moral y lo que se espera de ellos dentro de su grupo social, el resto de los individuos que lo conforman se encuentran en una situación de iguales proporciones y limitantes, en donde su propia idea de lo que es moral o no, generan una filosofía, una ética y una identidad como grupo, como una sociedad moral.

En otras palabras, el autor pretende explicar cómo la fuerza individual de cada individuo (en el aspecto ético y moral), dotaba de fuerza al grupo y como el mismo grupo dotaba de fuerza al individuo (que por medio de la moral le mostraba los límites de lo permitido y deseado dentro del mismo), generando así una relación simbiótica y cíclica que terminaban dando un carácter de sociedad funcional.

Así es como el concepto de “Estado” comienza a aparecer dentro del panorama. El hombre llega a asumir la norma de coerción y no por medio de la autorregulación.

La sociedad le entrega al individuo su propio control bajo la idea de ser parte de algo más grande; la moral de tal manera se consolida como una herramienta de regulación y la ética como una meta a la cual el hombre pretende llegar por medio de sus actos y el reconocimiento de su sociedad, pero, sobre todo, de sí mismo.

Aquí surge la problemática donde la ética encuentra una necesidad de ajuste, entre los límites que marcan los parámetros de la norma moral dispuestos por la sociedad y la moral individual de cada miembro de esta. El problema radica en que el individuo espera que la norma social se ajuste a la moralidad de el mismo en igual proporción que su propia moralidad se ajusta a la norma social.

...