Martin Lutero Y Oes Evangelicos
Enviado por MELLLADO • 1 de Mayo de 2012 • 5.190 Palabras (21 Páginas) • 669 Visitas
13 razones por las cuales los evangélicos no son Evangélicos, y por las que no soy protestante.-
Por Ariel Cabral, Estudiante de Periodismo en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), un humilde servidor de JESUCRISTO y de la Iglesia Católica, su Sagrada Esposa, la que bíblica e históricamente demuestra serlo.
Los textos bíblicos mencionados en este artículo han sido tomados de la versión protestante “REINA VALERA”, para que los lectores de esta denominación cristiana, no afirmen que utilizo una versión católica para sustentar mis opiniones).
Mis intenciones con este artículo, no son herir la sensibilidad de los evangélicos (muchos son excelentes cristianos y buscan a Dios de todo corazón), como tampoco juzgarlos, sino hacerles entender que lo que muchas veces predican, no lo ponen en práctica, calificando de “impíos y paganos” a quienes no son de su organización, especialmente a los católicos. Además, busco, con Biblia Reina Valera en mano, identificar cuáles son los errores doctrinales de esta denominación cristiana.
¡Es necesario que antes de juzgar a los demás, nos analicemos a nosotros mismos!
Para comprender mejor el tema, conozcamos los significados de las palabras Evangélico (con E mayúscula) y evangélico (con e minúscula) y sus respectivas diferencias.
¿Qué es un Evangélico con E mayúscula? En todo el sentido de la palabra, es aquél cristiano prudente que cree la buena nueva de Jesucristo y la pone en práctica, tal y como rezan los siguientes versos bíblicos:
“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca”. (Mateo 7:24).
“Si me amáis, guardad mis mandamientos”. (Juan 14:15).
“El que dice permanecer en él, debe andar como él anduvo”.
(1 Juan 2:6).
“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi padre que está en los cielos”. (Mateo 7: 21).
Ese es un Evangélico con E mayúscula.
Ahora bien, ¿Qué es un evangélico con e minúscula?
El diccionario de la famosa Enciclopedia Encarta nos dice:
“Perteneciente o relativo al protestantismo. Se dice particularmente de una doctrina formada por la fusión del culto luterano y del calvinista”.
Conociendo los significados de estos conceptos entremos, pues, en materia.
Razones por las cuales considero que los evangélicos no son Evangélicos
1) Por el hecho de ser “cristianos”, los evangélicos se sienten con autoridad de proferir toda clase de juicios a los inconversos, es decir, los que aún no han aceptado a Jesucristo. Practican algo totalmente antibíblico.
“Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley, pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez. Uno sólo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿Quién eres para que juzgues a otro? (Santiago 4: 11-12).
Dios no soporta que usurpen su lugar, juzgando a los demás. Vean ustedes: Romanos 14:10-13; Romanos 2:1-3; Mateo 7:1-5.
2) Sostienen los pastores evangélicos que “el cumplir las obras de la ley no justifica ni salva a nadie. Sólo la fe salva (SOLA FIDE). La Iglesia Católica está equivocada al enseñar que la salvación viene por obras y méritos personales”.
¿De dónde sacan estos “pastores” eso, ya que ni su Biblia Reina Valera hace referencia a esto?
La doctrina “SOLA FIDE” no aparece en la Biblia. Martín Lutero, mal interpretando a Pablo, quien dijo “que el hombre no era justificado por las obras de la ley para que nadie se gloríe”, cometió el atrevimiento de adulterar las Sagradas Escrituras, introduciendo la palabra “Sola” en Rom.1:17: “Mas el justo por la sola fe vivirá”. De esta manera pensó que el hombre alcanzaba la salvación por la fe únicamente.
El texto original dice: “Mas el justo por la fe vivirá”.
Los evangélicos citan también Efesios 2:8-9:
“Y sois salvos por gracia, por medio de la fe, y esto no de vosotros pues es un don de Dios, no por obras para que nadie se gloríe”.
Los evangélicos sólo extraen de la Biblia la parte que les interesa, ocultando de la misma lo que le podría afectar en sus doctrinas. Con esta actitud se ponen en contra de la misma Biblia, a la cual dicen “apreciar tanto”. No toman en cuenta el versículo posterior a éste:
“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó para que anduviésemos en ellas”. (Efesios 2:10). A la luz de la verdad bíblica, el mismo apóstol Pablo, nos exhorte a esforzarnos para ganar la salvación. Ver: 1 Corintios 6:9; Gálatas 5:14; 1 Corintios 9:24.
Ellos tampoco toman en cuenta la carta del apóstol Santiago. En eso se parecen a Martín Lutero, el cual dudó de la autenticidad de la misma, calificándola de “Epístola Paja”, ya que no le favorecía en sus intereses.
Este cometió el atrevimiento de adulterar las Sagradas Escrituras, al punto también de negar el libro del Apocalipsis.
San Pablo exhorta a los cristianos de Efeso a vivir virtuosamente en el Señor. Ver Efesios 4:1; 17-31. 5:1-5.
San Ignacio de Antioquía, Padre Apostólico que vivió en el año 110 D.C., y que conoció personalmente a los discípulos del Señor, dice lo siguiente:
“Vuestra fe os tira hacia lo alto, y la caridad es el camino que os eleva hacia Dios”.
“Así aquellos que hacen profesión de ser de Cristo se reconocerán por sus obras. Porque ahora la obra demandada no es la mera profesión de fe, sino el mantenernos hasta el fin en la fuerza de la fe”.
Por lo tanto, los evangélicos están MUY equivocados. No basta tener fe en Dios, es necesario hacer su voluntad, ya que “los demonios también creen, mas sin embargo tiemblan” (Sant.2:20). La fe y las obras son necesarias, y por ambas el hombre es justificado. Si los evangélicos, llevados por su fundamentalismo, quieren pruebas de lo que afirmo, aquí les ofrezco lo que su misma Biblia dice:
“Vosotros, veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta”. (Santiago 2: 24, 26).
“Porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino LOS HACEDORES DE LA LEY serán justificados”. (Romanos 2:13).
Resulta interesante que el apóstol Santiago rechace la Sola Fide, y que San Pablo diga que los cumplidores de la ley son los justificados por Dios. Claro, siempre precedidos por la fe.
Concerniente a las obras de la ley, Pablo se refería al judaísmo, al cual
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