Mas Allá Del Bien Y El Mal Rac

RESUMEN

¿Qué cosa existente en nosotros es lo que aspira propiamente a la “verdad”? De hecho hemos estado detenidos durante largo tiempo ante la pregunta que interroga por la causa de ese preguntado por el valor de ese querer, hasta que llegamos al punto el cual acabamos deteniéndonos del todo ante una pregunta aún más radical, nos hemos preguntado por el valor de esa voluntad, suponiendo que queremos la verdad.

Pero por qué no más bien preguntarnos acerca de la no-verdad? Este modo de juzgar constituye el prejuicio típico por el cual resultan reconocibles los metafísicos de todos los tiempos; partiendo de este “creer” suyo se esfuerzan por obtener su “saber”, algo que al final es bautizado solemnemente con el nombre de “la verdad”. La creencia básica es la creencia en las antítesis de los valores, en efecto, es necesario poner en duda, en primer término, que existan en absoluto antítesis y en segundo término que esas populares raciones y antítesis de valores sobre las cuales han impuesto sean algo más que estimaciones superficiales. Sería incluso posible que lo que constituye el valor de aquellas cosas buenas y veneradas consistiese precisamente en el hecho de hallarse emparentadas.

La falsedad de un juicio no es para nosotros ya una objeción contra él, la cuestión está en saber hasta qué punto ese juicio favorece la vida; y nosotros estarnos inclinados por principio a afirmar que los juicios más falsos, son los más imprescindibles para nosotros, que el hombre no podría vivir si no admitiese las ficciones lógicas. Lo que nos incita a mirar a todos los filósofos con una mirada a medias desconfiada es decir, Admitir que la no-verdad es condición de la vida, es decir, enfrentarse de modo peligroso a los sentimientos de valor habituales.

Poco a poco se han ido manifestando que es lo que ha sido hasta ahora toda la gran filosofía, de hecho para aclarar de qué modo han tenido un lugar propiamente las afirmaciones metafísicas más remotas de un filoso es bueno comenzar siempre preguntándose ¿a qué moral quiere llegar?, en otras las palabras, el interés que tenga quien esté diciendo las cosas.

Para ello debe haber la llegada de un nuevo género de filósofos, de filósofos que tengan gustos e inclinaciones diferentes y opuestas a los tenidos hasta ahora, tenemos que contar entre las actividades instintivas la parte más grande del pensar consciente, y ellos incluso en el caso del pensar filosófico: tener que cambiar ideas. La mayor parte del pensar consciente de un filósofo está guiado de modo secreto por sus instintos y es forzada por estos a discurrir por determinados carriles.

Nietzsche traza nuestra decadencia espiritual de la aparición del cristianismo, que él llama la "revuelta de esclavos." Debido a que la mayoría de las personas son incapaces de manejar los aspectos más oscuros de su naturaleza, y que sería menos seguro si todas las personas que dieron rienda suelta a la violencia y la sensualidad dentro de ellos, el cristianismo afirma que la humildad y la timidez sólo son santos y condena a estas otras cosas como el mal. Por regla de la mayoría, la moral cristiana nos condena a preferir la vida de mansos y pacíficos. Incluso en una era atea, este espíritu igualitario vive en democracia. Nietzsche anhela para una generación de "nuevos filósofos" que nos puede rescatar de nuestra mediocridad. Estos filósofos difieren marcadamente de los "trabajadores" filosóficos y académicos de las universidades, que trabajan para encontrar nuevos conocimientos, pero carecen del espíritu creativo de hacer nada con ella. Con los nuevos filósofos, Nietzsche quiere revelarse en contra los valores y los supuestos de su día para que ellos tengan fuerza de voluntad y creatividad para afirmar algo nuevo. En lugar de pensar en las líneas igualitarias que las mismas reglas se aplican a todas las personas, Nietzsche sostiene que existe un "orden jerárquico", entre las personas y la filosofía. Algunas personas simplemente tienen espíritus más fuertes y más refinados que otros, y para mantener a esas personas a las mismas reglas que se les detenga. La piedad es sólo una forma refinada de auto-desprecio, en que podamos mostrar preferencia por la debilidad.

ANÁLISIS

Nietzsche en la primera sección de los prejuicios de los filósofos 2 ideas centrales, la primera centra su tesis en la que se pregunta el “Quién” y el “Qué” de la verdad; y lo que se puede considerar como una antítesis, relacionada con la no-verdad.

La posibilidad de poder entender la verdad desde la antítesis, se requiere una forma nueva de pensar de los filósofos, que incluyan el “quizás”, es decir, poner en duda la verdad, lo que significa empezar a reflexionar en torno a lo que se ha manejado o entendido hasta ahora como verdad, y atreverse a cuestionar de que no existe una verdad absoluta, que “quizás” hay otra verdad. Esto implica en este orden de ideas que la verdad depende del “Quien”, y de su escala de valores, es decir, el que considera creer suyo el saber.

Según Nietzsche cuestionar la verdad o admitir la no-verdad, significa tener que enfrentarse a los valores que hasta ahora nos han enseñado y hacer lecturas desconfiadas de lo que hasta ahora nos han inculcado, debatir, lo que significa ir más allá del bien y más allá del mal, por eso, de cierto modo los filósofos deben aprender hacer

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