Matricula

no nos podemos fijar en él porque nunca se está quieto. El tiempo no podemos indicarlo en un momento determinado, en cambio un lugar podemos decir “aquí”, pero “ahora” ¿Cuándo es ahora?

Sabemos que éste pasa con seguridad, y nos orientamos en cuanto hace frío o calor, o si es de día o de noche para saber en que tiempo estamos. Aún así ciertos cambios naturales se van a cumplir sea cual sea nuestra forma de orientarnos.

Hay tres grandes zonas que se reparten nuestra comprensión del tiempo: el pasado, el futuro y el presente, pero se puede decir que solo las dos primeras son virtuales, aunque en el presente puede tener algún tipo de efecto el pasado y el futuro.

Existen personas que creen que el futuro está establecido desde ya, pero como dice Aristóteles no nos limitamos pues a “leer” el futuro sino que nos dedicamos a escribirlo.

Hay diferencias entre el movimiento en el espacio y el pasar el tiempo; la más característica es que en el espacio solo se encuentra un cuerpo mientras que en el tiempo se encuentran todos lo cuerpos contemporáneos; aunque otro pensador, Cornelius Castoriadis, aporta que en él se nos ofrece lo distinto, pero es en el tiempo donde puede aparecer la verdadera alteridad.

Queremos no pensar que el tiempo exista pero la pura realidad es que siempre está ahí, y seguirá corriendo a nuestra contra, poco a poco, hasta que ya no le daremos importancia porque nos habrá llegado la hora de la muerte.

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