Modernidad líquida - Síntesis

Modernidad líquida

Años atrás, las vidas de las personas estaban diseñadas en base a patrones que se usaban para tomar sus decisiones. El sociólogo Zygmunt Bauman explica los cambios que se dieron en la sociedad con el paso del tiempo, tanto en la filosofía de la vida, los valores, lo que se considera ético y moral, como en lo político, económico, tecnológico y cultural; tras las segunda guerra mundial, pasamos por varias décadas en constante desarrollo, en el que cada ser humano se encuentra a sí mismo, se aparta de los patrones y de la monotonía, y empieza a regirse bajo su propia estructura para tomar elecciones y definir su forma de vida.                          

Bauman explica que a la hora de realizar un cambio, habrá personas que reaccionarán de manera positiva porque tendrán la sensación de la libertad de elegir su propio camino, pero también habrá quienes tengan miedo de cambiar el patrón. No es fácil ser independiente, pues se pueden presentar situaciones a las que no estamos acostumbrados a superar por nuestra cuenta. Nunca vamos a ser modernos, pues conforme pasa el tiempo esta modernidad dará paso a otra, y así sucesivamente.

El hombre ha dejado de tomar en cuenta la sensación de satisfacción y bienestar para buscar la libertad, considerada un sinónimo de independencia; se va guardando todo para sí mismo, se hace individualista y no se preocupa por lo que suceda a su alrededor. El humano está sumergido en una sociedad consumista donde lo que se busca es pertenecer al grupo, adquirir los productos del momento, ya sea ropa o lo último en tecnología. Los que tienen un alto poder adquisitivo van a ser capaces de adquirir un poco más de lo que les corresponde, tendrán más opciones, mientras que, los de menor poder adquisitivo solo podrán obtener lo que les corresponde.

Se reflexiona acerca de la relación espacio-tiempo, antes se relacionaban y se complementaban. Actualmente, aparte de separarse, chocan entre sí. El tiempo es el medio, gracias a los avances tecnológicos, lo que antes parecía estar tan lejos, ahora se encuentra a un click y de tal manera, se logra conquistar el espacio. En cuanto a la convivencia humana, el espacio se dividió en cuatro: lugares émicos (destinado a la exclusión), lugares fágicos (destinado a la inclusión masificada del consumo), los no-lugares (espacio despojado de las expresiones simbólicas de identidad) y espacios vacíos (que siempre han estado ahí, pero inexistente en nuestra mente). El ser humano se siente más cómodo y seguro estando solo que en sociedad, se olvidan de como socializar y solo tendrán contacto con los que consideren parte de su misma clase.

También se ha transformado la esencia del trabajo colectivo, a la esencia del trabajo individual. Los individuos viven en conjunto, se encuentran en una individualidad colectiva. Solo pueden confiar en sí mismos, ya no en los demás, ya que cada quien está enfocado en sí mismo, deben buscar esa seguridad, tanto física como psicológica, por su cuenta.

Finalmente, estamos en espera de un cambio en mucho tiempo, pues no se pude generar un cambio en pocos años lo que ha sucedido a través de los siglos. La búsqueda de identidad suena tentadora, llama la atención y se quiere conseguir rápidamente para destacar entre los demás, pero como vivimos en una sociedad consumista, lograr definir la identidad parece imposible y por esta razón, regresamos a lo seguro, volvemos a ser parte del grupo, en este caso, la sociedad consumista.

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