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NATURALEZA DEL LENGUAJE


Enviado por   •  9 de Diciembre de 2013  •  3.480 Palabras (14 Páginas)  •  363 Visitas

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NATURALEZA DEL LENGUAJE

Se dice que el lenguaje es convencional en el sentido que la significación de las palabras es perfectamente arbitrario. Esto es que los significados lingüísticos dependen de cierta elección o arbitrio efectuada por los seres humanos en forma consciente o inconsciente.

Todo lenguaje tiene ese carácter de convención (cualquier convenio entre dos o más partes). Se trata entonces, de un acuerdo sobre modos de emplear las palabras, acuerdo que tiene contingencia y variabilidad propia de los aspectos en que llega a convenir un conjunto de seres humanos.

Se entiende un lenguaje porque se conocen sus reglas de uso, aunque no se sepa su formulación conscientemente.

No existe una necesidad ni natural ni lógica de que cada palabra signifique lo mismo en diferentes idiomas o regiones. Esto lo vemos reflejado por los cambios históricos que muestran todas las lenguas.

Toda convención depende de la voluntad humana. Sin embargo muchas personas viven sumergidas en el naturalismo lingüístico, es decir, la ingenua presuposición de que debe haber una conexión natural entre un signo lingüístico y su significado.

En cada medio existen ciertas costumbres lingüísticas, aquellas convenciones que allí son las usuales con respecto a los significados y vocablos entre sí.

Reconocer el carácter convencional que tienen las formulaciones lingüísticas en general, constituye la base para el manejo racional del lenguaje con fines científicos, máxime en las ciencias sociales.

Las inadvertencias ocasionan dos tipos fundamentales de errores:

- La idea de que las palabras son de algún modo importantes en sí mismas, independientemente de su función de símbolos.

- La suposición de que existen distinciones reales allí donde de hecho hay solo una distinción entre dos formas de expresarse en palabras.

Variedad de las funciones lingüísticas

Funciones lingüísticas inferiores:

a) La autoexpresión

b) La señalización

Funciones lingüísticas superiores:

a) La función descriptiva

b) La función argumentadora

El lenguaje tiene la función de reproducir aspectos del mundo exterior bajo una forma simbólica, de introducir un orden en esos aspectos y de someterlos a valoraciones.

Lo que cada término pueda significar se halla determinado por los significados de otras palabras relacionadas –por complemento o por oposición- en un campo lingüístico dado. El sentido de las palabras está sometido a variación en el tiempo y en el espacio.

El sentido de las expresiones de un lenguaje depende de que se diga y de lo que se presupone por los locutores y que sirven de soporte para orientar.

La importancia que tiene el contexto para comprender el discurso está en relación con el papel de comunicación que caracteriza a las lenguas. Las palabras constituyen un instrumento para lograr cierta comunicación entre las personas de modo que está sometido a fines sociales. Lograr comprender el significado de los términos depende siempre de la situación en la cual son utilizados, por eso el lenguaje común no puede ser exacto.

El campo lingüístico servirá para prevenir o disipar equívocos, en la mayoría de los casos pero a menudo eso no es suficiente. No todas las palabras se usan exclusivamente para describir, se pueden usar para recomendar, aprobar o desaprobar, llamar la atención sobre algo para lograr su importancia.

Los juegos de lenguaje

Se dice que el uso del lenguaje es como un juego, donde existen reglas para quienes lo juegan. Estas reglas suelen ser mucho menos precisas porque se aplican a situaciones de la vida que son infinitamente variadas y donde caben amplísimas posibilidades de escoger las palabras y hay toda clase de variantes en cuanto a la manera de “moverlas”.

Las posibilidades de elección del hablante se hallan socialmente limitadas por sus necesidades de comunicarse, de ser entendido, respetando las reglas escritas o no socialmente compartidas de los juegos lingüísticos que utiliza. El lenguaje es un instrumento y, sus conceptos son instrumentos.

Encantamientos del lenguaje

La filosofía es un combate contra el encantamiento que sobre nuestro entendimiento ejercen los medios del lenguaje. Una fuente principal de nuestras faltas de comprensión reside en que no tenemos una visión de conjunto sobre el uso de nuestras palabras.

Entre las cuestiones que se discuten están las de palabras y las de hechos. Para averiguar cuál es cual debemos preguntarnos si los que discuten admiten o no los mismos hechos. Todo depende de la significación convencional.

Más difícil se hace la determinación si se tiene en cuenta que un mismo planteamiento, que una misma fórmula verbal puede ser cuestión de palabras o de hechos, según como, en qué sentido y con qué intención se le discuta.

Los hablantes no solo están dispuestos a rechazar el carácter convencional de toda denominación, sino que están prestos a der existencia a todo lo que puede ser denominado, así es como recaemos en la falacia del verbalismo, o sea, tomar las propiedades de las palabras por las propiedades de las cosas.

El poder mágico conferido a las palabras radica en que con ellas es posible hacerse traer los objetos y satisfacer gran parte de los requerimientos.

También tenemos las disputas sobre clasificaciones, donde estas no son ni verdaderas ni falsas, donde sus ventajas o desventajas están supeditadas al interés que guía a quien las formula y a su fecundidad para presentar un campo de conocimiento de una manera más fácilmente comprensible o más rica en consecuencias deseables.

Las disputas clasificatorias pueden ser interminables cuando no alegan argumentos valorativos en favor de un modo de clasificar.

Falsa precisión y falacias verbo ideológicas

La precisión es buena y es el ideal cuando es legítima. Cuando es ilegítima o falsa produce desde el punto de vista del conocimiento, efectos funestos, oculta hechos, desfigura o falsea interpretaciones, detiene la investigación e inhibe la profundización.

Entre la verdad y la falsedad de una proposición hay una alternativa que no queda excluida: la falta de sentido.

Hay inadecuaciones parciales y totales. Lo cierto viene a ser que las personas creen generalmente, cuando oyen o leen proposiciones que por fuerza han de ser verdaderas o falsas y tienen tendencia a discutir toda proposición que se enuncie. En una palabra, la cuestión no tiene sentido o tiene tantos

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