Negación a la muerte

Negación a la muerte

Muerte. La única cosa inevitable de la vida…

Las personas tenemos miedo de hablar de la muerte, sabiendo que al final, todos vamos a morir.

‘’Su idea de la vida no ofrece garantías en cuanto a pensar que el sentido de vivir nos lleva a la felicidad’’ (Orozco, Manuel. Tres ensayos de la muerte, página 47).

A las personas no les gusta hablar sobre la muerte porque… los hace estar tristes.

Lo negamos porque nos da miedo, temor de pensar que una persona ya no va a estar a nuestro lado y que se nos haga la boca chicharrón por mencionarlo, ‘’¿qué voy a hacer si se muere?’’, ‘’¿qué va a hacer de mí?’’. Sabemos que dependemos de muchas personas y si ellos se van tendremos que lidiar con responsabilidades, de hacerse cargo de un hermano menor o algún familiar, los gastos de la casa y otras deudas, entre otras. Sabes que tu vida cambiará, es por eso que le tenemos miedo a hablar de la muerte.

Creemos que lo que está pasando en este momento lo tenemos asegurado, pero no es así. Todo puede cambiar en un segundo.

‘’La vida está plagada de dolores, penas, sin sabores. Es una vida que lentamente conduce a la vejez y a la muerte. Y eso no puede ser ubicado dentro de la trama del optimismo’’. (Orozco, Manuel. Tres ensayos de la muerte).

Cuando una persona está muy enferma esperas a que llegue la hora de su muerte, cada día se pierde más la esperanza de que se recupere, sólo es cuestión de tiempo. Otras personas rezan para que eso ocurra, precisamente para dejar de sufrir, ya no tener que soportar el dolor;  algunos familiares se esfuerzan en mantener con vida a la persona enferma, sólo prolongando su muerte, así que  ¿de quién es la decisión de morir?, ¿está mal pensar en ir a un lugar dónde no hay dolor, a un ‘’paraíso’’?

Si la persona piensa en el suicidio, ¿está mal?, ¿quiénes somos nosotros para juzgar a esa persona? No es culpa de nadie, fue la decisión de esa persona. Pienso que esas personas no son cobardes, al contrario, yo no tengo el valor para hacerlo.

‘’Un viejo es una expresión menguada de la Vida; por lo que la Voluntad que subyace en su ser es un empuje pobre de deseo o apetencia. En cambio, un joven pleno es una expresión de fuerza de la Vida con el ímpetu fuerte de deseo y apetencia’’. (Orozco, Manuel. Tres ensayos de la muerte).

Hablar de la muerte no es malo, sería más sencillo hablar para dejar todo en orden antes de morir. Hacer un testamento para que después de la muerte no dejen problemas para los familiares, ya que para ellos es un gran cambio que sólo los desgastaría física y mentalmente por los problemas.

Si sólo hubieran estado preparados, aceptado lo inevitable, expuesto sus planes, entenderían que no eran sólo sus vidas en sus manos.

Nadie es eterno, pero tenemos la voluntad de vivir al máximo, dejar una huella en este mundo, disfrutar todo el tiempo posible, habrá días que haya momentos tristes o difíciles, pero nunca olvidemos que luchamos por algo.

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