Nicolás Maquiavelo en la política de Andrés Manuel López Obrador y Donald Trump
Enviado por greselram • 2 de Junio de 2019 • Ensayo • 1.520 Palabras (7 Páginas) • 195 Visitas
Nicolás Maquiavelo en la política de Andrés Manuel López Obrador y Donald Trump
A principios del siglo XVI, Nicolás Maquiavelo escribió desde prisión su obra más conocida, de Principatibus- El Principe-, dedicada a Lorenzo II de Médici, señor de Florencia en aquellos años, quien lo había mandado encarcelar por haber conspirado contra su familia. Si bien el texto podría verse como un esfuerzo desesperado por recuperar la confianza de sus mecenas, resultó ser uno de los escritos más importantes de la teoría política clásica en que, en lugar de exaltar “ el debe ser en el ejercicio del poder”, Maquiavelo se enfocó en los mecanismos para hacerse de él y mantenerlos, para responder a las necesidades de la real política.
Ahora que está un nuevo gobierno en México, la mayoría de los textos abordan los comportamientos esperados por el nuevo presidente y de su círculo cercano se centran en el apego a la legislación y el respeto a asuntos como el libre mercado y la certidumbre a las inversiones. El siguiente ensayo es en torno a la supervivencia del nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador y Donald Trump a partir de aquella célere obra de Maquiavelo.
Conservar un Estado hereditario
Decía Maquiavelo al principio de su obra, que resulta más sencillo conservar un Estado hereditario, acostumbrado a una dinastía, que uno nuevo, ya que basta con no alterar el orden establecido y contemporizar con los cambios que pueden producirse. En cambio, los nuevos principados, tienen el problema de la incertidumbre. Tienes por enemigo a todos los que has ofendido para poder llegar al poder y no puedes conservar como amigos a los que te han ayudado a conquistarlo, por la imposibilidad de satisfacerlos como ellos esperaban. Si vemos a los gobiernos de las últimas décadas en México, como una especie de dinastía hereditaria, no a la manera, claro, de los estados monárquicos de principios de la época moderna, sino en la forma de regimos democráticos con partidos hermanados que se turnan el poder, podríamos decir que efectivamente les fue sencillo hacerse del poder y mantenerlos respaldados por el linaje al que pertenecían, sin necesidad de producir cambios abruptos para afianzarse. El nuevo presidente, en cambio, podría enfrentar las dificultades del segundo tipo de Estado descrito por Maquiavelo. López Obrador llega con un nuevo grupo, a pesar de que se le han sumado gente de todos los partidos, y rompió la dinastía que gobernó México, al menos, en los últimos treinta años.
Maquiavelo da cuenta que todos los principados de los que tenía memoria hasta el siglo XVI habían sido gobernados de dos formas: por un príncipe elegido entre sus ciervos o por uno asistido por nobles. En el primero, el príncipe posee mayor autoridad al ser él el único soberano, a diferencia del segundo tipo, en que los nobles atraen parte de la lealtad antes que el príncipe. Podríamos leer el gobierno de López Obrador como uno del primer estilo (a a pesar de que la soberanía recae en el pueblo, no en el presidente), al llevar él consigo la legitimidad; se trata de una legitimidad individual, más que grupal o partidista, de hecho, su partido tiene fuerzas gracias a él, no a la organización en sí misma. Más allá de que existan operadores y liderazgos locales que promovieron el voto, el apoyo es para Andrés Manuel. El tabasqueño habrá de garantizar no tener al pueblo por su enemigo y esforzarse por conservar su afecto, lo cual es sencillo diría Maquiavelo, ya que el pueblo sólo pide no ser oprimido.
En torno a la introducción de nuevas leyes, Maquiavelo puso sobre la mesa los riesgos que ello puede conllevar: el innovador se transforma en enemigo de todos los que se benefician con las leyes antiguas y solo se adquiere la amistad tibia de quienes podrían beneficiarse de las nuevas, especialmente porque las potenciales beneficiarios esperaran hasta que la nueva legislación rinda frutos. Siempre que se respeten las costumbres y las ventajas que se gozaban, los hombres permanecen sosegados. Le será, por ende, importante al nuevo gobierno ser prudente en la modificación de la legislación vigente, para no perder adeptos a mayor velocidad de que gana seguidores y asegurarse de que los beneficios de las nuevas leyes agraden más de lo que las erradicadas perjudicarían. En este sentido, el reto estará en su asimilación por parte de la ciudadanía.
Decisiones y beneficios
El filósofo florentino sugería que, al apoderarse de un nuevo Estado, el príncipe debe contemplar todos los crímenes que le es preciso cometer y ejecutarlos todos a la vez, para luego conquistar a los ciudadanos a fuerza de beneficios, que deben
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