Nocion De Categorias Filosoficas
Enviado por mamamaaaaaaaaa • 16 de Agosto de 2014 • 1.624 Palabras (7 Páginas) • 311 Visitas
3.1. NOCION DE CATEGORIAS FILOSOFICAS
Seguramente, el primero en usar el vocablo griego kategoría, en sentido técnico-filosófico fue Aristóteles. El significado común de esta palabra era ‘acusación’ o ‘reproche’ y se contraponía a apología, ‘defensa’, ‘alabanza’. En los textos aristotélicos puede traducirse por denominación, predicación, atribución. Aristóteles acabó llamando categorías a los modos más generales del ser, que a su vez constituyen los modos más generales de pensar y de decir el ser:
El tratado sobre las categorías forma parte del Órganon de Aristóteles (Tratados de Lógica). En él distingue A. entre sustancia o entidad primaria y sustancia o entidad secundaria. La sustancia primera, como el hombre o el caballo individual, ni se dice de un sujeto ni está en un sujeto, pues constituye el sujeto real, mientras que las entidades secundarias, tales como las especies y los géneros, pertenecen a las entidades primarias y pueden predicarse de éstas... "eso es una mosca", "esta mosca es una Sarcophaga carnaria y pone larvas en los cadáveres, que puede detectar a kilómetros". Así, la sustancia primera es la entidad concreta.
El individuo, la entidad primaria, es para A. un compuesto hile-mórfico (un compuesto de materia y forma). Cuando le atribuimos su pertenencia a tal o cual especie abstracta (sustancia segunda) o le atribuimos tal o cual accidente o propiedad, lo que hacemos es entenderle por su forma común con otros seres individuales, desvinculándolo de la materia que contiene como individuo real.
La forma es así sustancia segunda (principio de inteligibilidad o de existencia ideal), mientras que la materia es el principio de individuación o de existencia real.
Ferrater Mora advierte en su Diccionario de Filosofía que no hay que confundir las categorías con los predicables, ni tampoco con conceptos trascendentales como el ser o lo uno. Pero Aristóteles no aclara la distinción. Algunos opinan que los predicables (o categoremas) son asuntos de la lógica, mientras que las categorías (llamadas por Boecio predicamentos) pueden ser considerados como objetos de la lógica o de la metafísica. En la medida en que son géneros, se distinguirían de los trascendentales.
El caso es que las categorías han sido consideradas también gramaticalmente como partes de la oración, y fueron usadas para la construcción de las primeras gramáticas helenísticas; semánticamente, pueden ser consideradas como tipos de predicados, de sujetos o de enunciados; y ontológicamente, las categorías son flexiones o casos del ser: modos de ser o géneros supremos de las cosas. Esta última fue la opinión tradicional admitida por las escuelas cristianas (‘suprema rerum genera’) y también por historiadores modernos como Bréhier y Hamelin.
Los filósofos han discutido sobre su naturaleza, se han preguntado... por la relación entre la sustancia y el resto de las categorías, por qué, por ejemplo, A. divide la entidad, pero no sus accidentes; los filósofos se han preguntado por el modo en que las conocemos, si intelectual o empírico; y por su número. A. ofrece en su Física (V, 225b-9) una lista de ocho (las del cuadro superior, menos situación y posesión), lo cual parece dar a entender que no consideraba cerrada la lista de las categorías y que podía descubrirse que una categoría fuese reducible a otra. Sin embargo, algunos autores no admiten esto. Después de Aristóteles, los estoicos propusieron las nociones de substancia, cualidad, modo y relación, seguramente como una derivación simplificada de las categorías aristotélicas. Las consideraban como formas de un solo género del ser, pues todo ser tenía algo de común y toda forma podía ser comprendida en un común género.
Siguiendo a Platón (Sofista, 254d, Teeteto, 185ª), Plotino admitió como géneros:
Lo Uno no queda incluido en los géneros porque se halla por encima de ellos y constituye su común fundamento y principio. Gilberto de la Porrée (1076-1154), discípulo de Bernardo de Chartres, hizo en la obra De sex principiis, o Libro de los seis principios, una interpretación metafísica del tratado las Categorías de Aristóteles. Dividió las diez categorías en dos grupos. En uno la sustancia, la cantidad, la cualidad y la relación, y en otro las seis restantes: lugar, tiempo, situación, habitus, acción y pasión. De acuerdo con el realismo de los universales, que atribuye existencia a los géneros, Gilberto da a todas las categorías el título de formas. A las del primer gurpo les llama “formas inherentes”; y a las del segundo, “formas accesorias”. Las primeras son inherentes porque son, bien la sustancia misma, bien otras que son inherentes a la sustancia en cuanto tal y tomada independientemente de sus relaciones. Podríamos considerar contradictorio considerar una forma inherente a la relación, pero considerada en sí misma, la relación no es sino la aptitud para ser uno de los dos términos relativos (o relatos), y es propio de la esencia de toda sustancia poder ser encuadrada en la serie de sus relaciones. Vinculando la relación a la sustancia, Gilberto iniciaba una controversia que no tendría fin en la Edad Media: ¿es la relación un ser real o
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