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Orden Tutelar


Enviado por   •  19 de Noviembre de 2013  •  1.252 Palabras (6 Páginas)  •  366 Visitas

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LA TRAMPA DE LA MORAL ÚNICA

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CONTENIDO

I.- El terreno del debate

a) Opiniones propias y convencionales

b) La factura moral

c) ¿El ciudadano bien tutelado?

II.- Una caracterización del tutelaje

a) Las explicaciones de la secularización y las

“sociedades artificiales”

b) Hijas e hijos: la domesticidad ampliada

c) Una esfera privada... de intimidad

d) Poquito yo (y mucha fe)

e) Las buenas costumbres y las malas leyes

f) La casa nacional

g) Límites desiertos

h) La nacionalidad y la tarjeta postal

III.- Hacia la igualdad básica

a) Los privilegios de opinión y la argumentación

democrática

b) Ceremonial y narración personal

c) Mayoría religiosa y mayoría política en democracia

d) De la fragmentación al pluralismo

e) Del “principio de autoridad” a la igualdad básica

EL ORDEN TUTELAR

PARA ENTENDER EL CONFLICTO ENTRE SEXUALIDAD Y

POLÍTICAS PÚBLICAS EN AMÉRICA LATINA

Guillermo Nugent

Presentación 7

Este trabajo fue realizado con el apoyo económico del Institute of International

Education. Mi agradecimiento a la institución por la confianza depositada. Asimismo,

fue muy importante el apoyo de Gaby Oré, a quien presenté la idea inicial.

Al tratar de responder por qué es tan tenaz la oposición en muchas instituciones

públicas a dar un reconocimiento a los derechos sexuales y reproductivos, descubrí

un conjunto de problemas para los que no había una tipificación suficiente. En las

siguientes páginas propongo un marco de referencia, el orden tutelar, que parece ser

de ayuda al momento de formular argumentaciones para quienes tengan interés en

una mayor vigencia de los derechos sexuales y reproductivos, así como promover en

general sentimientos de igualdad cívica en sus correspondientes espacios de trabajo.

Se trata de una propuesta inicial que requiere todavía mucho afinamiento. En consecuencia

la discusión y cuestionamiento de las ideas propuestas es considerado

algo necesario y bienvenido por el autor.

I.- El terreno del debate

De hecho, la libertad que más apreciamos es aquella de ser francos

frente a los demás sin ser castigados por ello.

Richard Rorty*

a) Opiniones propias y convencionales

Nos planteamos abordar la siguiente cuestión: ¿Por qué a pesar que los ideales de modernización

de las sociedades son algo relativamente difundido en América Latina, un discurso

público sobre la sexualidad y los derechos reproductivos ofrece resistencias tan enconadas

desde el Estado?

Pretendemos argumentar que esta paradoja se relaciona con una figura política poco explorada

pero de una gran eficacia práctica: el tutelaje. Sus piezas claves por lo general han sido

el patriotismo tutelar, expresado en la imagen de las fuerzas armadas como la quintaesencia

de la nación —los militares sólo aceptan la épica como figura discursiva—, y la moral tutelar,

donde la voz de los obispos católicos es presentada como la expresión de la pureza inapelable

—la admonición y la censura son, aquí, las formas preferidas de comunicación—.

Es fácil de observar que tanto la épica como la admonición no están hechas para un mutuo

intercambio de preguntas y respuestas, menos todavía para la simple conversación ciudadana

entre iguales. Su formulación es la de un discurso intocable. Esto lo hemos podido observar

tanto en los frecuentes conflictos entre las demandas judiciales para procesamientos

a miembros de las fuerzas armadas y las resistencias institucionales generadas. Otro tanto

ocurre en los conflictos que cubren un rango desde pedir la prohibición de películas del

*Filosofía y Futuro, Ed. Gedisa, Barcelona, 2002, p.26.

LA TRAMPA DE LA MORAL ÚNICA

8 tipo La última tentación de Cristo hasta presionar por la restricción del suministro de medios

anticonceptivos en dependencias públicas y suprimir la publicidad de condones en las campañas

de prevención del SIDA.

En todos estos casos no estamos propiamente ante una situación que se pueda tipificar

como “diferencia de opiniones”; más apropiado es calificarlo como privilegios de opinión,

donde unas voces están en condición de sustraerse a un debate público porque se creen

poseedores de un estatuto tutelar. De esta forma, se sustituye un debate entre ideas que nos

permitan convivir mejor, por otra basada emocionalmente en el miedo y la prepotencia.

Esta

...

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