PERSONA. Idea del hombre y ética
Enviado por gdlsvizc • 5 de Septiembre de 2012 • 1.490 Palabras (6 Páginas) • 657 Visitas
I. PERSONA
Idea del hombre y ética
Uno de los problemas éticos en las organizaciones es el desconocimiento acerca de lo que deben entenderse por ética y los alcances que ésta posee para la vida del hombre y de la organización.
La filosofía clásica (Platón, Aristóteles, Agustín de Hipona, Tomás de Aquino) ha definido la ética como el saber que contiene las disposiciones necesarias para que el hombres se desarrolle a plenitud y alcance una vida lograda. Los imperativos éticos son, pues indicaciones que señalan el camino que conduce al desarrollo del hombre.
La ética ha de considerarse, pues, como potenciadora de sus capacidades personales. Para usar una metáfora moderna, constituye el instructivo que suele acompañar al uso de cualquier artefacto.
La ética se relaciona estrechamente con la religión, pues el saber religioso, al develar hasta donde se puede el conocimiento de Dios, creador de la naturaleza humana, nos dará, de una parte, un mayor conocimiento del hombre y, de otra, una mayor confianza en las disposiciones que para el hombre ha dado quien lo creó que compense el escaso conocimiento que tenemos de la naturaleza que ha sido creada.
En el caso del hombre, de manera análoga, esta fe o confianza se hace más necesaria, por la profundidad del asunto de que se trata. De ahí derivado el error de suspender el comportamiento ético hasta tener un compresión racional de su fundamento.
Partiendo del concepto de naturaleza humana definida, la ética juzga sobre lo bueno y lo malo en referencia con la naturaleza: es bueno todo aquello que expansiona las posibilidades propiamente humanas, y malo lo que las encoge o imposibilita.
La libertad individual con sus debidos límites establecidos por los procedimientos será la única cualidad ética admisible.
La ética individual tiene su expresión y su explicitación naturales en la sociedad a la que el indiviuo pertenece; y la ética que se vive en una sociedad guarda siempre referencia a un ética individual implícita y muchas veces inadvertida.
Necesidad de una opción
La opción fundamental para la configuración de la ética es la de asumir como verdadera una idea del hombre. Tal ruptura y superioridad se desprende de dos capacidades que se hallan en el ser humano, ausente en el resto de los animales: la inteligencia y la voluntad. Gracias a estos dos potencialidades en el conocer y en el querer, la persona goza de dominio sobre otras potencias a las que el animal, genéricamente considerado, se encuentra sometido. En tales condiciones puede decirse el hombre es dueño de sí. Además de la la característica de dominio propio, la segunda característica clásica asignada en particular al ser humano: el ansia de transcendencia infinita. Una de las dificultades más serias para la determinación de la ética en la empresa, es precisamente esta consideración relativista de la idea del hombre, cuyos rasgos esenciales acabamos de describir. Hacer, pues, empresa, sin partir de una idea del hombre, equivale a probar a la empresa de una orientación clara y de una finalidad determinada.
Ética de la empresa y ética individual
El relativismo constituye una falta de compromiso. La decisión no convierte lo relativo en absoluto, pero lo relativo deja de serlo metódicamente en cada caso de decisión. A fin de escabullirse de este compromiso, se ha construido un sistema ético que denominaríamos doble moral. Este planteamiento rompe en el hombres su unidad de vida y cae en una suerte de desdoblamiento ético que puede denominarse sin exageración esquizofrenia moral, cuya consecuencia es el abundante número de los cínicos y los hipócritas, que guardan un comportamiento diferente en cada situación vital: carecen de coherencia y personalidad existenciales, no poseen unidad de vida. Debe concluirse que la ética de la empresa no es distinta de la ética del hombre. No se tratan de morales diferentes, ni de dos morales, sino que la segunda es la expresión y trasunto de la primera, y en ella encuentra su origen y cimientos.
Las diversas ideas del hombre
En la civilización contemporánea, se ha visto en la tesitura de coexistr con otras ideas antitéticas del ser humano que hasta hace apenas unos años influyeron en la mentalidad de nuestros tiempo con especial vigor, sin que los hombres prácticos y de acción resultaran ajenos a la influencia.
• Materialismo: según Marx, se encuentra supeditado a las necesidades materiales básicas y a los modos de producción de los bienes necesarios para satisfacerlas. Se trata de un concepto materialista del hombre, por un lado, y, por otro, de un concepto del hombre esencialmente considerado como producto. Según la teoría comunista, si el hombre no puede producir nada solo
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