Película ganas de vivir

Película ganas de vivir

En la historia tanto los médicos someten a la protagonista (Vivian) a una dosis máxima de un fármaco experimental sin mayor consideración por los daños que pudiera causar. Sobre este aspecto se ve una inflexión en cuanto al costo beneficio, debido a que a lo largo de la historia la paciente manifiesta que estaría mejor sin recibir tratamiento dados los efectos adversos que ocasiona este sobre su organismo (pérdida de cabello, náusea, vómito, fiebre, daño renal, etc.).

También en el curso de la película se aprecia que el médico investigador que la trata con mayor regularidad (quien fue su alumno) muestra poca sensibilidad en su trato hacia ella y no parece ocuparse de la salud en general de la protagonista dado que sólo le realiza la pregunta de si se encuentra bien, sino que antepone su deseo de conocimiento científico a la relación que como profesional de la salud debería establecer con ella, en un ámbito de cordialidad, respeto y consideración a su estado de salud. En ningún momento los investigadores le reiteran a la protagonista la posibilidad de retirarse del estudio, lo cual es un componente básico de todo consentimiento informado y al ver el estado de salud de ella, no pensaron en su calidad de vida actual sino en los progresos que obtendrían de investigar con ella.

A medida que avanza la película se observa el proceso de enfrentarse a la muerte irremediable ya que la paciente tiene conocimiento de que va morir y hace una petición a la enfermera.

Para finalizar, el investigador joven hace caso omiso de la voluntad anticipada de la paciente de no resucitarla a pesar de conocer esta petición por medio de la enfermera que cuidó a la protagonista. Este hecho, pone de manifiesto que el juicio ético de dicho investigador quedó cegado por sus objetivos científicos y dejó a un lado consideraciones de carácter ético para con la paciente.

De todos estos aspectos se concluye que al no tener familiares, el único contacto humano que tuvo casi durante toda la película fue con profesionales del área de la salud quienes en su mayoría demostraron un trato impersonal, poca sensibilidad y en último caso nulo respeto por la voluntad de la paciente.

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