Percepcion

La experiencia del cuerpo.

El mundo se compone de innumerables estímulos, el humano como parte de un todo se ha habituado al constante bombardeo de estímulos del mundo y para entender e interpretar el mundo circundante depende de sus sentidos, sin embargo el esquema sensible que traduce el mundo puede llegar a fallar presentando no la percepción del mundo sino también la de sí mismo de manera un tanto distinta.

En su mente el ser humano en su euforia no suele sentir su cuerpo, este es un atavismo al mundo físico en donde, por lo general, la idealización de las cosas no suelen ser tan positiva. Partiendo de este precepto de entiende el sentir del mundo y del cuerpo como caminos separados que muestran dos aristas del mundo a inmediato. La cenestesia como se plantea puede ser un falla en la interpretación del cuerpo y en cómo se puede experimentar el mundo.

El esquema del cuerpo, así se plantea el compendio de sensaciones que abarcan el cuerpo en sí y esbozan los puntos receptores del mismo modelo perceptivo de configuración espacial, un ejemplo de falla de este sistema es el “miembro fantasma” que se fundamenta en el arquetipo de configuración espacial física para interpretar como existente una parte del cuerpo que no está ahí. Al igual que el miembro fantasma la soagnosia es otro fenómeno en el que no se interpreta la realidad del cuerpo de acuerpo al mismo, sino a la realidad del esquema del cuerpo que absorbe la realidad como parte del esquema en total. Es discutible si a este punto el concepto de esquema de posturas es meramente un recuerdo almacenado en el inconsciente o bien es un producto de los sentidos para facilitar la interpretación del mundo.

Otra forma de interpretar la realidad parte desde una perspectiva más freudiana que la anterior, en esta el psicoanálisis interpreta el cuerpo a partir de las sensaciones erógenas a las que este está expuesto.

Sin embargo ambas teorías fallan en la adaptación de una con otra ya que partir de un arquetipo de sensaciones predeterminadas al entendimiento previo y a la vez entender el cuerpo como una sucesión de puntos erógenos estimulables está yuxtapuesto y no se fundamenta en la cohesión de ambas tendencias, al final el sentir humano parece fundamentarse en la memoria previa de ciertos estímulos anteriores.

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