Perdi El Tiempo
Enviado por xdarkar69 • 21 de Mayo de 2014 • 952 Palabras (4 Páginas) • 257 Visitas
yo empeze por leer un dia y me di cuenta que era yo el que leia y me di cuenta que que no era nadie mas y por lo tanto las empresas que producen las noticias tambien pueden aplicar este concepto y poner asu manera las noticias
«Las ruinas circulares», uno de los ocho relatos que componen El jardín de los senderos que se bifurcan (1941), segunda colección de cuentos de Borges, habla de un hombre que se propone soñar a otro hombre y dotarlo de realidad, y a medida que su deseo se realiza, se da cuenta de que él también ha sido soñado por alguien.
En realidad, es el mismo juego al que Borges recurriría muchos años después, por ejemplo, al escribir aquel «Un sueño» de La cifra (1981), y que, pequeñito como es su texto, no me resisto a reproducirlo aquí en su integridad.
En un desierto lugar del Irán hay una no muy alta torre de piedra, sin puerta ni ventana. En la única habitación (cuyo piso es de tierra y que tiene la forma del círculo) hay una mesa de madera y un banco. En esa celda circular, un hombre que se parece a mí escribe en caracteres que no comprendo un largo poema sobre un hombre que en otra celda circular escribe un poema sobre un hombre que en otra celda circular... El proceso no tiene fin y nadie podrá leer lo que los prisioneros escriben.
Se trata de una suerte de bucle cósmico de la existencia en el que estaríamos apresados, y en el que acaso no seamos más que sueños de otro ser superior, de la misma manera que los seres que soñamos no son más que productos de nuestra fantasía. Bien, esto lo piensa Borges, y también lo pensaba el Unamuno de Niebla(1914), y puede que asimismo lo creyera el Defoe de Robinson Crusoe (1719), y, desde luego, en esas mismas andaba el Lewis Carroll de A través del espejo (1872), del cual se cita en inglés una frase que en castellano significa: «Y si dejara de soñar contigo...».
El relato se estructura en tres partes:
En la primera, el «hombre taciturno» que lo protagoniza, un mago en realidad, llega a las ruinas circulares de un antiguo templo con el propósito de soñar a un hombre «e imponerlo a la realidad».
En la segunda, asistimos a los esfuerzos del mago por conseguir su objetivo; primero, y de manera infructuosa, aplicando su propia voluntad de dormir y soñar; luego, abandonando «toda premeditación de soñar» y logrando así soñar por fin un hombre, «un hombre íntegro», pero dormido; sin embargo, el mago sueña al tiempo con un dios «múltiple» que le ordena cómo debe instruir a su hombre soñado antes de enviarlo «al otro templo» de «aguas abajo», y su hombre despierta.
En la tercera, el mago ejecuta las órdenes del dios y su hombre cobra vida de fantasma, pero, mientras teme que «su hijo» llegue a descubrir la verdad de su origen, comprende que él mismo también es «una apariencia» soñada por otro.
ANÁLISIS
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