Personalismo

El hombre como persona.

Este tema habla de la libertad creadora o libertad del espíritu. Sostener que el hombre es una persona no pertenece a la seriedad científica sino al ámbito metafísico; ninguna ciencia puedes probar que cada ser humano sea una persona, un alguien. Es pertenece al deseo y al sueño o a la metafísica o saber meta empírico.

Consideramos que sólo una postura psíquica emparentada con aquella del mayo francés de 1968 qué es la adecuada para penetrar en antropología personalista.

El ente humano tiene naturaleza y posee historia, pero no es ni la una ni la otra. Se llama natural lo que se opone a la cultura ya la historia pero de modo eminente es natural cuando se enfrenta al espíritu, a libertad, a gracia, a mente todo lo que se da en él sin él.

Me hace que el hombre posee la naturaleza su conducta se somete a leyes y a determinismos sean biológicos, psíquicos o ideológicos.

El ser humano rompe con la objetiva naturaleza desde su subjetiva libertad. Esta prevalece cuando triunfa sobre la primera pero de tal forma que jamás la elimine. Sin naturaleza tampoco hay libertad real.

Para Descartes la libertad del sujeto humano resulta posible en la medida en que existen cosas carentes de explicación. El cogito es la forma como se experimenta Un sujeto individual dotado de voluntad libre. Descartes llama libertad al ejercicio del libre arbitrio, Espinoza denomina libertad el ejercicio de la necesidad.

La Producción filosófica griega llamo naturaleza al hontanar y a la meta de toda las modificaciones que se dan en ella. El mismo dios es el punto de apoyo desde el cual se explica la variación el hombre. Es aquel ente natural que se dice lo que cada cosa es; el hombre es logos decir certero. El papel del hombre en su decir no es otro que el de someterse a la racionalidad de la naturaleza.

El cristianismo con san Agustín dio un vuelco a la concepción del hombre. Éste destacaba por ser spíritus sive ánimus; ente que puede entrar en sí mismo y que al ingresar en sí mismo existe segregado del resto del universo. Desvinculado del resto el hombre se descubre en la presencia de la divinidad. Dicha presencia ha acabado manifestándosele al ser humano en forma de falta de.

Marx, Nietzsche y Freud con su análisis de la sospecha reducen la fe del espíritu humano a la arqueología. Los ídolos humanos caen ciertamente en manos de estas arqueologías, pero no así Dios. Los primeros carecen de sentido, Dios en cambio es el sentido no reductible a su arqueología.

Strasser desarrolla la génesis de la objetividad distinguiendo tres niveles sucesivos: pre científico, científico y pos científicos.

La explicación científica del hombre constituye un momento de un proceso cultural más amplio. La objetividad científica cobra sentido en el interior de una dinámica de niveles que sitúan aquella en que el mundo cotidiano y la permanente ética filosófica del ser del hombre en el mundo. Cuando la ciencia se prescinde de su contexto el pre y post científico degenera en cientismo.

Zubiri Discierne dos modos muy diferenciados en cada individuo humano, la habilidad de alguien, su inteligencia o imaginación, su figura anatómica, sus destrezas corporales.... no sólo están en mí, sino que son mías. Una cosa es lo que yo soy y otra muy distinta es aquel que yo soy, lo primero es el mi qué, mi naturaleza y lo segundo es mi quién, mi persona.

Las cosas del mundo están transidas por el espacio y por el tiempo; el hombre en cuenta también es cosa del mundo, en la medida que es sarx o zoe hallase sometido igualmente a la extensión del espacio y a la duración temporal.

Pero en cuanto espíritu pneuma personal, el ser humano trasciende los momentos del tiempo y los lugares del espacio consistiendo en una unidad idéntica a sí misma, presente en todos los instantes y en todas las extensiones de su entidad zoológica y social.

El hombre es poseído por el eros de la naturaleza, por la apetencia pero además es ágape, donación dadivosamente liberal y no sólo hombre egoísta por ser espíritu. Créandose así el ámbito de los prójimos entre los cuales tienen lugar la difusión y la efusión desde mí.

Kant opuso cosa a persona entendiendo esta segunda como la libertad y la independencia frente a la necesidad mecánica de las cosas naturales.

La antiideología personalista.

Mounier rechazada el calificativo de sistema y más aún el de partido político para designar un modo de pensar que conoció un notable centro de vitalidad alrededor de la revista Espírit, fundada en 1932.

Jean Lacroix establece una distinción sustanciosa al distinguir entre el personalismo intención y personalismo filosofía la primera acepción del término apunta a la intención que pueda tener el ser humano de edificar la persona en cada uno y en las relaciones sociales de suerte que haya encaminamiento objetivo hacia una humanidad completada el personalismo filosofía no es otra cosa que aquella intención tomando conciencia de sí misma Y convirtiéndose en filosofía o reflexión crítica.

Existe un denominador común que de alguna forma enlaza un personalismo; por ejemplo tomista con un personalismo marxista. La persona no es una entidad estática repleta de valores desde la eternidad qué vale al margen de su actividad social; pero tampoco es el simple reflejo de unas relaciones sociales, el hombre es persona y a su vez personalidad.

La persona según Lacroix es una nación límite, un vector de comportamiento, un deber ser que apunta a dos metas al logro del individuo y al desarrollo de la sociedad.

El personalismo

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